Existen mitos sobre qué hacer y qué no hacer en Semana Santa que han permanecido en las familias mexicanas desde hace bastante tiempo
La última semana de Cuaresma es conocida como Semana Santa que abarca desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección y estos días son parte de una de las tradiciones católicas más importantes en el mundo.
Y en estos días, existen mitos que han permanecido de generación en generación sobre lo que se debe y no se debe hacer en Semana Santa.
Uno de los más conocidos es no comer carne roja, incluido el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, ya que de acuerdo con esta tradición, es como si las personas se comieran a Cristo.
Otras personas consideran que tener relaciones sexuales en Semana Santa provocaría que los implicados se queden “pegados” hasta la Pascua. En este sentido, tampoco se acostumbra a celebrar matrimonios en estos días.
Una creencia muy popular es no bañarse, mucho menos en Viernes Santo, pero otra versión de este mito es que quienes se bañen en un río se podrían transformar en un pez.
Hay creyentes que prohíben escuchar cualquier tipo de música, ya que es un espacio de silencio y reflexión para escuchar a Dios. En este sentido, la tradición dice que no se deben de clavar clavos, ya que fueron parte del sufrimiento de Cristo en la cruz y esto podría “atraer al diablo”.
Por otro lado, se prohíbe barrer en Semana Santa debido a que esto sería “barrer la cara de Cristo.” Tampoco se deben de cortar cualquier tipo de objetos o el cabello, pues de igual forma es como si se le hiciera a Jesús.
Estos mitos y creencias han permanecido en muchas familias mexicanas, algunas los han llevado al extremo, mientras que otras han sido más flexibles con algunos de estos puntos que forman parte de la tradición de Semana Santa.