La suerte de la Reforma a las Universidades de Sinaloa, depende de la acción que se lleve adelante a nivel federal, pero los pasos han sido lentos, cargados de espera, desde el 2018 a la fecha lo que hemos visto es ambigüedad y protección hacia la Burocracia Dorada de la SEP, su negocio ha sido protegido en las universidades y ese ha sido el camino que se ha impuesto en La Ley General de Educación Superior de México.
Ahora los tiempos electorales parece que han alcanzado el proceso de Reforma y el silencio por parte de las Cámaras de Senadores y Diputados, tras la implementación de la Ley, que ha garantizado la existencia de la Castas Divinas en las Universidades, manteniendo el sistema de “acreditaciones”, y con ello el negocio de la Burocracia, pasando por encima de los estudiantes, maestros y trabajadores de las universidades, asegurando el control del poder.
La Reforma a las Universidades en Sinaloa no está en un Callejón sin salida, estamos en el momento justo para precipitar los acuerdos y dar paso a una reforma que dé rumbo al conjunto de las universidades del país, insistiendo en que la participación de la comunidad universitaria en la toma de decisiones es el camino correcto para transformar a la educación Superior.
No vamos a desaparecer a los adversarios, se trata de convencer que el momento histórico que vive el país reclama de la presencia de más profesionistas, de la apertura y consolidación del mercado laboral y por tanto la industrialización del estado de Sinaloa y del país, lo que nos obliga a abrir a las instituciones a nuevos retos, que no pasan por aclimatarse conceptos como “industria 4.0 o Internet de las máquinas”, es ante todo el desarrollo de un modelo propio de crecimiento, el cual debe partir de la Universidad.
Está en un callejón sin salida la vieja guardia, acostumbrada a los pactos cupulares, a la puesta en escena, a la simulación, los universitarios no, ahí está el potencial creador de quienes han sido atrapados en los laberintos de los burócratas y sus formularios de “calidad y excelencia” en la Planeación Estratégica que nos hace perder batallas y guerras.