Cuando el virtuoso flautista cubano Eduardo Ricardo Egües Martínez, conocido musicalmente como Richard Egües, compuso El bodeguero, inmortal y proverbial Cha cha chá del folklore tradicional estrenada en 1955 por la orquesta Aragón, con el pegajoso coro “toma chocolate, paga lo que debes”, no se imaginó que había creado un himno con un estribillo lleno de sabiduría relacionado con las deudas terrenales, celestiales, financieras, tributarias, penales, amorosas y políticas, que en algún momento todos sin excepción tenemos que pagar.
Si nos vamos al ámbito divino podemos decir que Dios en su infinita misericordia lo perdona casi todo, menos los pecados del alma, entre los cuales figura la soberbia.
Pero si es ateo quizás eso no le preocupe a un individuo sin escrúpulos que está centrado únicamente en sí mismo y no en el bien común, o incluso si es creyente, pero solo de palabra, tradición o si es un hipócrita que piensa que sale limpio por ir a misa. Igual seguirá cometiendo pecado de soberbia si lo vemos desde el enfoque religioso o se mantendrá en una estúpida posición de soberbia que lo llevará a cometer los más inverosímiles abusos y las más inaceptables equivocaciones en el mundo terrenal.
Esos errores tienen un costo, más allá del plano divino, que sí se paga en esta vida: lamentablemente el precio de los errores políticos producto de esa infinita soberbia no solo los paga el soberbio que se encuentra en el poder sino todos los que formamos parte del pueblo que se encuentra dentro de su espectro político y geográfico.
Quienes participan en el juego de la política en este proceso electoral 2024 están protagonizando unos y siendo testigos otros de la corrupción de la democracia, que es sin duda la peor de todas las corrupciones.
Morena, partido en el poder en Sinaloa, pagará en las urnas el 2 de junio de 2024, sobre todo en las candidaturas locales, con el tributo de la derrota en varios casos como consecuencia de los actos cometidos por el gobernador Rubén Rocha Moya al imponer a los hombres y las mujeres de su preferencia impidiendo que la militancia hubiera escogido por medio de encuestas a las personas con mayor aceptación popular para ser ofertados ante el pueblo.
El Karma será el juez de esos actos cometidos por el gobernador Rubén Rocha Moya y siendo objetivos, la energía transcendente e invisible de esos errores derivados del comportamiento del Ejecutivo del Estado y de quienes permiten que se siga equivocando, será de dimensiones catastróficas en el ámbito local.
En lo personal estamos convencidos de que Claudia Sheinbaum Pardo será la primera mujer que asuma la Presidencia de la República en México, pero en Sinaloa, gracias a las decisiones erróneas del gobernador Rubén Rocha Moya, Morena perderá diputaciones y presidencias municipales. Los desaciertos representan un bumerán que ha sido puesto en movimiento y volverá para pegarle a Morena en Sinaloa el 2 de junio de 2024.
Cuén dice que ya tomó chocolate calientito pues considera que fue un error haber apoyado a Rocha para ser gobernador y está pagando lo que debe por su equivocación.
Ahora el chocolate está en la mesa de Rubén Rocha Moya.
MONUMENTO AL RECICLAJE, LA TUMBA DE MORENA EN SINALOA
Quienes crean que la marca de Morena les hará ganar la elección están muy equivocados. No sé con qué cara van a regresar las diputadas y los diputados locales de Morena que buscan reelegirse a los distritos que dejaron abandonados.
Mucho menos me imagino como le harán para buscar a la gente de terracería y a los operadores que los apoyaron para llegar a la curul y a quienes, después de rendir protesta, les dieron la espalda. Situación más difícil es la que enfrentan los legisladores que mordieron la mano de quienes los llevaron a esa posición, ahora que buscan repetir.
Lo mismo se puede decir en lo que se refiere a las plurinominales, presidencias municipales, diputaciones federales y senadurías, donde hay muchos que llegaron a la candidatura por capricho del poder y que no tienen posibilidad de ganar su elección.
Morena hizo un monumento al reciclaje político con las mismas y los mismos de siempre. Las decisiones sobre la mesa son una verdadera ofensa para todas y todos quienes se registraron en este proceso como aspirantes y a los que ni siquiera pudieron apuntarse, pero que tenían el anhelo de participar.
Analizaremos todo el listado que algunas personas creen que podría modificarse, lo cual francamente me parece remoto, y si eso sucede, cuando mucho sería una coma o un acento de más o de menos. Con este madruguete, palo dado ni Dios lo quite.
El resultado se verá en las urnas.