El camino para recuperar la cordura en medio del espectáculo al que asistimos, en la confrontación entre la UAS y el Gobierno del Estado es retomar el camino de la Reforma a la Ley orgánica, ahí es el punto de partida.
Dejar atrás la lógica de que “El poder se arrebata” y “El poder se ejerce” para comenzar un proceso de democratización de la universidad, en donde los medios justifiquen los fines y no al revés como se ha venido construyendo en la cultura política de Sinaloa.
La Ley General de Educación Superior de Sinaloa debe entrar en suspenso y dar paso al diálogo entre las partes.
Son inevitables las escaramuzas y no hay puntos medios: la Autonomía por encima de todas las cosas, sin pases a gol que la pongan en entredicho para justificar la dilatación de la transformación de la universidad.
La UAS es la cuna del General Rafael Buelna Tenorio, la base del Antirreeleccionismo.
Por tal motivo, la incongruencia de su Ley Orgánica actual debe terminar, los estudiantes, la juventud debe estar al frente, votando por sus autoridades, la Reelección se debe eliminar y la comisión permanente de postulación también.
MORENA Porfirista y reeleccionista debe entrar en un proceso de autocrítica al gobernar con El Pacto por México de Peña Nieto y Felipe Calderón y con ello traicionar el lema de la Revolución Mexicana: ¡Sufragio Efectivo, No Relección!
Derrotando así cultural y por tanto, moralmente al partido, impedido de base para reclamar Democracia en las Universidades.
Ante estos extremos que se juntan, exigimos: ¡Libertad para las Universidades de México!
Para que dejen de ser la expresión de grupo y se conviertan en el compromiso de formar ciudadanía para la República.
Es tiempo de Chocolatito.