El Gobierno federal dará hasta el 15 de enero a las ferroviarias privadas para sumarse a su proyecto de reactivación de trenes de pasajeros.
CIUDAD DE MÉXICO.- El Gobierno federal dará hasta el 15 de enero a las ferroviarias privadas para sumarse a su proyecto de reactivación de trenes de pasajeros en siete rutas, con la advertencia de que serán entregados a las secretarías de la Defensa Nacional y Marina si no hay ofertas.
El decreto del Ejecutivo que declara área prioritaria el transporte ferroviario de pasajeros, publicado ayer por la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), iniciará con las siguientes rutas:
México-Veracruz-Coatzacoalcos; México-Querétaro-León-Aguascalientes; Manzanillo-Colima-Guadalajara-Irapuato.
Además, las rutas México-Querétaro-León-Aguascalientes; México-Querétaro-Guadalajara-Tepic-Mazatlán-Nogales y Aguascalientes-Chihuahua-Ciudad Juárez.
Las rutas que propuso el Gobierno federal para reactivar los trenes de pasajeros, a través de un decreto publicado por la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria, funcionan y son operadas desde la década de los 90 por las empresas Ferromex, Ferrosur y Kansas City Southern, sólo para carga, pero ahora se les obliga a que en sus vías se dé preferencia a este servicio.
También se prevé un Tren Interurbano del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) a la ciudad de Pachuca, adicional a la ampliación del Tren Suburbano que se construye para conectar a la Ciudad de México con dicho aeropuerto.
“En caso de que los concesionarios del servicio público de transporte ferroviario de carga no presenten propuesta viables en inversión, tiempo de construcción, modernización de vías para otorgar el servicio de pasajeros o no manifiesten su interés y aceptación en el plazo establecido en la cláusula anterior, el Gobierno federal podrá otorgar títulos de asignación a la Sedena o a la Semar, que ya operan el Tren Maya y el Tren del Istmo de Tehuantepec, o en su caso, a particulares que presenten propuestas y estén interesados en prestar el servicio”, dice el documento.
Agrega que “fue realmente una desgracia que el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, continuador de la política salinista, haya privatizado los ferrocarriles en México”, en alusión a la reforma constitucional de 1995 que quitó al Estado el control exclusivo del sector.
Cabe mencionar que el tráfico de pasajeros por tren había bajado de 23.6 millones anuales en 1980 y a 14.7 millones en 1992, ante la competencia de aerolíneas y autobuses.
El decreto también resalta que “pensando que el Estado nunca haría uso de sus atribuciones de promover el desarrollo y cumplir su responsabilidad social”, en las concesiones vigentes se dejó a las empresas la obligación de permitir el tráfico de pasajeros en las vías que operan.