Durante el proceso de desintoxicación, no solo se busca eliminar la adicción, sino también dar un tratamiento psicológico y psiquiátrico
Factores emocionales como la depresión, traumas por violencia, delitos sexuales, o problemas alimenticios, son de las principales causas que llevan a las mujeres a caer en adicciones, afirmó Flor Garza Brunswick, directora del centro de rehabilitación Posada del Buen Samaritano.
Las adicciones en las mujeres es una situación completamente emocional, para que una mujer caiga en una adicción es porque definitivamente hubo un trauma, hubo un sufrimiento, y eso es parte de lo que se trabaja con ellas.
“Tristemente hay violencia, violación, algún problema de depresión; en las jóvenes que nos ingresan, porque hay muchas menores de edad, hay depresión, suicidio, confusión de género, pero en todos los casos hubo algo detrás, una violencia o violación”, declaró.
Otro problema recurrente, sobre todo en mujeres adultas, son los problemas alimenticios, o la necesidad de bajar de peso. Consiguen el crystal, sin saberlo como un remedio para la obesidad, pero se convierten en adictas a esta sustancia.
En el caso de mujeres adultas han estado consumiendo el crystal porque se las venden en las redes sociales como una pastilla milagrosa para adelgazar, y realmente lo que compran son metanfetaminas.
“Entonces se hacen adictas, y es a la larga cuando se dan cuenta, porque que sí bajan de peso, pero también tienen diferentes problemas de salud, sus características físicas cambian, su tez, su peso, sus dientes, son muchas las características que se deterioran”, señaló.
La Posada del Buen Samaritano actualmente tiene 12 mujeres inscritas, y un cupo para 30 pacientes; las edades pueden oscilar entre los 12 años, hasta la tercera edad, y el tratamiento que se les brinda es multifactorial, explicó.
Durante el proceso de desintoxicación, no solo se busca eliminar la adicción, sino también dar un tratamiento psicológico y psiquiátrico para las pacientes, y que de esa manera puedan sanar de manera efectiva.
De nada sirve que entré a un lugar de desintoxicación si no se va a trabajar su enfermedad, en el caso de la mujer hay que ver que fue lo que detonó a que cayera en una adicción, y buscar trabajar en eso.
“La posada del Buen Samaritano es totalmente voluntario, nosotros de alguna manera convencemos a las pacientes, y aunque ninguna va a llegar 100% convencida, se maneja una intervención con ella para que se dé la oportunidad, y casi siempre se convencen con quedarse”, compartió.
En el centro de rehabilitación que representa, Flor tiene una tasa de recuperación por arriba del 60%, en pacientes que pueden estar sin la adicción por más de un año, sin tener recaídas.