¿Te encanta el sexo oral? Cuidado, podrías exponerte a múltiples enfermedades de transmisión sexual

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Son muchas las ETS que se pueden transmitir mediante las relaciones sexuales orales, por lo que es importante protegerse durante este actividad

El sexo oral es una de las actividades más excitantes y divertidas que podemos experimentar durante nuestra vida sexual; sin embargo, no todo son risas y diversión, pues esta famosa práctica puede conllevar grandes riesgos para la salud si no se hace de manera segura.

Cuando hablamos de protección durante el sexo es muy común que inmediatamente pensemos en penetración anal o vaginal, pero dejamos de lado los múltiples peligros que se esconden detrás de las relaciones sexuales orales.

Y no, no se trata de asustarte para que nunca jamás vuelvas a practicar sexo oral a otra persona; lo que queremos es darte una guía para que lo hagas de manera segura y te evites un mal trago en el futuro.

¿Qué es sexo oral?
Pero vamos con lo primero: el sexo oral puede resumirse como la práctica de usar la boca, los labios o la lengua para estimular el pene, los testículos, la vagina o el ano de una pareja sexual.

Cuando se trata de estimular el pene, también se le llama felación a este actividad; si hablamos de la vagina, se le conoce como cunilingus; y si nos referimos al ano, suele denominarse como anilingus.

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), las relaciones sexuales orales son bastante comunes entre los adultos y los adolescentes.

Según cifras de esta institución, el 85 por ciento de los adultos sexualmente activos, de 18 a 44 años de edad, han practicado o recibido sexo oral; mientras que el 33 por ciento de adolescentes de 15 a 17 años reportaron haber tenido relaciones sexuales orales.

Riesgos de hacer un oral a una mujer o un hombre
Según los CDC, las enfermedades que pueden transmitirse durante el sexo oral, tanto para hombres como para mujeres, son:

  • Clamidia
  • Gonorrea
  • Sífilis
  • Herpes
  • VPH
  • VIH
  • Tricomoniasis

Las siguientes son conductas de riesgo
Hacer una felación a un hombre que tenga el pene infectado, lo que puede derivar en una infección en la garganta de la otra persona.

Realizar el cunilingus a una mujer que tenga la vagina o las vías urinarias infectadas podría desembocar en una infección en boca y garganta.

Practicar sexo oral a un hombre o una mujer que tenga el recto infectado también representa un riesgo de transmisión.

Recibir sexo oral en el pene, la vagina o el ano por parte de una persona que tenga una infección en la garganta también es una práctica de alto riesgo.

¿Cómo hacer sexo oral de manera segura?
Uno de los grandes peligros que esconden las relaciones sexuales orales es que los síntomas de algunas de estas enfermedades son prácticamente imperceptibles, por lo que las personas podrían no saber que están enfermos, por ejemplo, de clamidia.

De esta manera, una de las maneras más seguras para practicar el oral y cualquier otra clase de sexo es que ambas personas se realicen un examen general para detectar enfermedades de transmisión sexual (ETS).

En caso de resultar negativas las pruebas, la pareja sexual puede proceder con mayor confianza a realizar sexo oral, pues sabe que la otra persona no representa un riesgo de infección.

Así funcionan las barreras para sexo oral
Claro que no esto aplica con encuentros sexuales casuales, por ejemplo, con alguien que acabas de conocer en una fiesta o en un antro, pues es imposible que se realicen las pruebas antes de tener sexo esa misma noche.

Para esta clase de relaciones espontáneas existen las barreras bucales para tener sexo oral, las cuales están hechas de látex o poliuretano y sirven como protección entre la boca y la zona genital.

Algunas marcas de preservativos comercializan esta clase de barreras plásticas para realizar cunilingus y anilingus, pero si no las encuentras o no tienes una a la mano, también puedes improvisar una con un condón común.

Deberás sacar el condón con mucho cuidado de su envoltura, luego cortarás la punta y el otro extremo, después deberás hacer un corte a lo largo del preservativo y así obtendrás una especie de rectángulo de látex que deberás colocar sobre el ano o la vagina de la otra persona y sobre de esa base practicar el sexo oral.

Si se trata de una felación, el asunto es mucho más sencillo, pues basta con que el hombre se coloque un condón convencional sobre el pene y la otra persona le realice así la relación sexual oral.

Sexo oral y su relación con el cáncer de garganta
Pero no todo son ETS cuando hablamos de sexo oral, pues esta práctica también puede desembocar en un cáncer de garganta, tanto en hombres como en mujeres, por lo que su práctica no puede ser tomada a la ligera.

De acuerdo con un estudio publicado en Annals of Oncology, practicar relaciones sexuales orales de manera irresponsable aumenta el riesgo de contraer algunos tipos de cáncer orofaríngeo vinculados al virus del papiloma humano (VPH).

Y si la persona es fumadora, pues aumenta mucho más el peligro de desarrollar un cáncer en la zona de la garganta que, si no se trata de manera oportuna y adecuada, puede provocar hasta la muerte.

El estudio señala que son los hombres los más propensos a esta variante de la enfermedad, principalmente aquellos que han practicado sexo oral sin protección a cuatro o más parejas sexuales y además son fumadores.

¿Eyacular en la boca aumenta los riesgos del sexo oral?
Los CDC señalan que eyacular en la boca de una persona sí puede aumentar el riesgo de transmisión de una enfermedad sexual, pues esta sustancia puede ser portadora de una gran cantidad de virus.

Pero esto no quiere decir que se pueda realizar sexo oral sin protección y simplemente evitar la eyaculación en la boca, pues también existen probabilidades de transmitir o contraer una ETS mediante el líquido seminal; ese que expulsa el pene durante la excitación.

Empatía y comunicación
Lo más importante es que tomas conciencia de los peligros del sexo oral y seas una persona responsable: habla con tu pareja sobre tu pasado sexual y realízate pruebas de detección de ETS y VIH con regularidad para descartar riesgos.

Si piensas que podrías tener una enfermedad sexual, lo mejor es que dejes de tener sexo de cualquier clase y acudas de inmediato a tu médico para que te ofrezca alternativas a tu problema y puedas recuperar tu vida sexual.

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