Hay personas adictas a comprar, otras adictas al deporte, y también las hay adictas al dinero. Esta patología se denomina crematomanía, o deseo obsesivo por acumular dinero y riquezas, y, como todas las demás manías, es difícil de tratar.
Las personas que sufren esta patología responden a un perfil muy marcado por el interés personal y las ansias de reconocimiento social y profesional. Tienden a anteponer cualquier cosa con tal de aumentar sus riquezas, ya sea familiares, amigos o valores.
En estos casos, el dinero se convierte en una vía de escape para aquellas personas que no se sienten satisfechas con su vida. Se refugian en el dinero para saciar necesidades que, tal y como ellos piensan, podrán satisfacer con mucho dinero y que les aportará una posición social por encima de los demás.
Estas son 10 señales de que se padece esta patología.
No disfrutan los logros porque siempre les hace falta conseguir más cosas.
¿Sabes qué es la crematomanía?
Piensan en el dinero la mayor parte del tiempo.
Asocian el dinero con la felicidad plena.
Apruebas o desapruebas a las personas en función de su economía.
Viven con la necesidad de “ser alguien” en la vida y tener reconocimiento social.
Sienten insatisfacción con la vida que han conseguido.
Se quejan de la falta de dinero, a pesar de no necesitarlo.
Sienten resentimiento hacia las personas que, para ellos, han logrado más en la vida.
Piden dinero para poder cubrir todos los gastos.
No realizan actividades que no les vayan a generar ningún beneficio.