La falta de concentración puede ser una señal de alerta en personas que superaron la enfermedad
Luego de que se registrara un notable aumento de contagios de Covid-19 en el mundo, se ha descubierto más sobre la enfermedad y las secuelas que suelen aparecer en algunas personas.
En este contexto, ha provocado alerta el deterioro cognitivo en quienes fueron contagiados con el virus virus del SARS-CoV-2, lo cual ha ocasionado efectos secundarios en las personas que superaron la enfermedad y ahora padecen Long Covid.
¿Qué es Long Covid y cómo puede afectar a las personas?
Covid prolongado, Long Covid o síndrome post-Covid, es cuando algunos de los síntomas siguen presentes después de 12 semanas de que se contrajo el virus, los cuales son crónicos y afectan principalmente a las capacidades neurológicas, cognitivas y psiquiátricas.
Los síntomas que mayormente tienden a permanecer son: Fatiga, pérdida de gusto, pérdida de olfato, problemas de sueño, problemas de memoria, ansiedad, depresión, falta de aire, pérdida de cabello, mareos y niebla mental.
¿Qué es la niebla mental provocada por Covid-19?
Al deterioro cognitivo en pacientes que fueron hospitalizados por Covid-19 se le conoce como niebla mental, uno de los padecimientos del Long Covid, que consiste en varios síntomas que afectan la cognición y la memoria como:
- Pensamientos que pueden describirse como lentos o confusos
- Problemas de concentración y atención
- Dificultad con la toma de decisiones o la planificación problemas con la memoria
- Fatiga mental
El doctor Billie Schultz, experto en medicina física y rehabilitación de la Clínica Mayo, señala: “La niebla mental es sólo una especie de sensación de que estás tratando de hacer algo y requiere más esfuerzo. Es más difícil de hacer. No sientes que estás captando todos esos detalles, casi como si estás conduciendo a través de la niebla”.
¿Cómo se cura la niebla mental?
No existe un tratamiento específico para tratar este padecimiento, sin embargo, existen estrategias de rehabilitación que pueden ser muy útiles para entrenar el cerebro.
Una de ellas es tomar terapias ocupacionales para estimular su cerebro, ya que el virus puede afectar también al sistema nervioso. Asimismo algunos ejercicios cotidianos que no requieren citas con terapeutas, como:
Planear cada día: Una rutina diaria será de ayuda al establecer metas.
Controlar el ritmo: Es recomendable no esforzarse demasiado, lo ideal es tomar descanso si se siente agotado o abrumado.
Mantenerse activo: Realizar ejercicio es una buena opción que beneficiará al cerebro y reducirá el estrés.
Dormir lo suficiente: Establecer un horario de sueño es de gran ayuda, el descanso es primordial, lo ideal es tener una habitación tranquila, oscura y con una temperatura agradable.
Tener una dieta balanceada: Comer bien y en buenas cantidades puede ayudar a reducir la niebla mental, ingerir tomates y brócoli ayudará a reducir la inflamación.
Reducir el estrés: Implementar técnicas para reducir el estrés, como ejercicios de relajación, yoga, caminatas o cualquier pasatiempo relajante será de gran ayuda.