“Estamos frente a una brecha de desigualdad”, que en el aspecto laboral, por ejemplo, limita las oportunidades para las ellas, asegura la titular de Semujeres

Culiacán, Sin.- La creación de la Secretaría de las Mujeres nace de la propuesta que hizo el gobernador Rubén Rocha Moya al Congreso Local y su trabajo y propósito central consiste en generar que las políticas públicas del gobierno brinden inclusión, igualdad y respeto en todos los órdenes de su vida profesional y familiar.

Tras 21 años de funcionar como instituto y luego de analizar y evaluar su funcionamiento era “necesario dar ese paso” para dar respuestas tangibles a las exigencias que hoy reclaman las mujeres.

Habla la Doctora María Teresa Guerra Ochoa, titular de esta novel institución. “Estamos frente a una brecha de desigualdad”, que en el aspecto laboral, por ejemplo, limita las oportunidades para las ellas. “Las estadísticas hoy indican que un 38.5 por ciento de quienes laboran son mujeres. Pero el número no sólo es el tema, lo es también, el ingreso; las mujeres en Sinaloa ganan el 33 por ciento menos que lo que ganan los varones”, acusa.

Refiere que a las mujeres no se les dan las mismas oportunidades para llegar a los puestos directivos y gerenciales. “Están en los empleos con menos ingresos y esto tiene que ver con el hecho de que ellas siguen soportando sobre sus espaldas, la responsabilidad de las tareas domésticas y el cuidado de los hijos. En promedio, en Sinaloa, las mujeres ocupan 30 horas a la semana para atender el trabajo doméstico, mientras que los hombres ocupan 11”.

Y menciona que para cualquier empleador hoy, una mujer que ya tiene una carga laboral sin ingreso en el trabajo doméstico, en automático, esa condición, la convierte en una resta a la hora de postularla a un puesto directivo o gerencial.

Hay avances en materia política, pero aun y cuando hoy los gobiernos están obligados a cumplir con la paridad, a nivel municipal persiste un rezago e incumplimiento a ese derecho, dice la doctora.

“En los municipios no se está respetando lo que dicta la Constitución. La composición de los gobiernos sigue negando espacios de liderazgo a las mujeres. Incluso en los gobiernos estatales. En Sinaloa, la paridad existe en el gabinete, pero hay que aplicarla también en el nivel de los cargos de dirección, de jefaturas de departamento y en las de las subsecretarías… hace falta todavía”, señala.

Tere Guerra dice que hay que romper con los moldes que persisten en creer que cuando se piensa en poder se debe pensar en masculino, y cuando piensas en cuidado y en labores domésticas se haga en femenino.

La Secretaría de la Mujer de Sinaloa tiene entonces la obligación de sacudir esas inercias y esa forma de relacionarnos en la sociedad, comenta.

En nuestro país existe una historia de simulación a la hora de aplicar las leyes, y para cambiar eso “nos corresponde a las mujeres exigir que nuestros derechos se cumplan, pero también es obligación de la sociedad acompañar esta exigencia para avanzar con pasos firmes”, apunta.

En nuestro país, es muy común lograr acuerdos para aprobar leyes, pero no, para cumplirlas. “En Sinaloa, hay mucho por hacer y es un trabajo de día a día, erradicar la violencia, lograr la paridad, alcanzar la inclusión y garantizar el respeto, es algo que debemos hacer cada día, porque la inercia persiste”, se lamenta.

La titular de la Secretaría de las Mujeres revela que hoy el 56 por ciento de la población estudiantil en las universidades son mujeres y dice que pese a que existe una reserva de profesionistas capaces de asumir cargos de liderazgo “no pueden ascender porque persiste desde su entorno familiar un control de su persona y de sus decisiones infligido por los hombres”.

Si bien las estadísticas demuestran que el delito de feminicidio se ha contenido en Sinaloa y en lo que va del año se han registrado ocho de 13 ataques a mujeres, la violencia en contra de ellas, tristemente, se ha disparado.

En 2012 hubo mil 630 actos de violencia, pero en el 2021 esa cifra alcanzó los 4 mil 700 casos. Hay referencia que menciona que los días de mayor violencia doméstica va de los jueves a los domingos y que se propicia por el consumo de alcohol y drogas. En el caso de Culiacán se ha registrado que esta violencia se comete con mayor frecuencia en la zona sur de la ciudad, en la colonia Alturas del Sur y en la sindicatura de Costa Rica. 

Tener libertades y ejercer las autonomías es algo que se sigue negando a las mujeres. 

El sometimiento que ejerce el machismo debe terminar y romperlo “ha generado tensión y violencia en el entorno familiar”, dice la doctora Guerra Ochoa.

La posibilidad de enfrentar y cambiar esta realidad sin generar violencia, considera la doctora Guerra, subyace en lograr cambios culturales que generen nuevas masculinidades y que incidan en los entornos donde ellos interactúan.

Las acciones y los proyectos que esta dependencia desplegará a lo largo de los siguientes meses y años, tendrá que impactar en las acciones del gobierno y generar empatías que garanticen el respeto de las mujeres a sus decisiones.

En ese contexto, explica al tiempo que lanza una convocatoria a la población en general para que aquellas que sufren de violencia “se atrevan a dar pasos adelante; tienen que entender que a la mejor ese amor ya no lo es y ahora es control, es riesgo; tienen que medir cuando una relación se transformó de un afecto a ese control”

Afirma que “las mujeres tienen que saber que también las instituciones cada vez más estamos trabajando para apoyarles, que estamos tratando de abrirles puertas en todos los aspectos, pero requerimos que ellas también se atrevan a dar los pasos para romper la violencia que están padeciendo, denunciar la violencia pondrá a prueba a las instituciones, pero es necesario que sean ellas quienes transformen su entorno y que sepan que desde las instituciones estamos para respaldarlas”, concluyó.