El mal que existe en el mundo proviene casi siempre de la ignorancia.
ALBERTH CAMUS /LA PESTE
El fin de semana estaba conversando con un compañero sobre lo impresionante que ha avanzado la ciencia y la tecnología, permitiendo que la creación de instrumentos que antes no podríamos haber imaginado, haciendo el trabajo del médico más fácil y sin mayores riesgos para los pacientes. Sin embargo, en este mundo de dualidades, es también gracias a estos avances que las ideas pueden ser expandidas como células tumorales dentro de la sociedad, la cual, a falta de conocimiento y no por que no haya cómo obtenerlos, sino más bien, porque no se quiere saber, se decide seguir estándares, mitos o creencias propuestas por personas sin conocimiento alguno como son los movimientos antivacunas.
Como bien lo saben, ya por fin, se podrán vacunar lo niños de 5 a 11 años, y esto incrementa la preocupación de padres, por lo que hay que tener en cuenta que esta quinta ola está afectando a este grupo de edades (junto con los no vacunados) donde se ha visto un incremento en los casos de Covid-19. Pero ¿por qué existe aún tanto escepticismo en cuanto a la vacunación? ¿Por qué creemos más en lo que dice la vecina de al lado que a los propios médicos?
Muchos pacientes y amigos se me han acercado a preguntar si es bueno vacunar a sus niños, si hay algún riesgo, y mi respuesta es: SÍ, VACÚNELOS, es menos riesgoso `enfrentar la enfermedad con inmunidad, que la enfermedad por sí sola, la cual puede llegar a generar daños graves, tanto que en algunos casos pueden llegar hasta la muerte (y lo sé por conocimiento propio).
Las vacunas son seguras, y como todo en la vida, tienen sus riesgos, pero las amparan años de estudios donde se establece que los beneficios son mayores sopesando con los riesgos, y como se dice en medicina PRIMUM NON NOCERE (primero no hacer daño) desde tiempo de Hipócrates, por lo cual la balanza se inclina a ser más beneficiosa que riesgosa.
Actualmente existen muchos grupos llamados movimientos antivacunas , pero esto no es algo nuevo, desde los inicios de la misma, cuando en 1978 el Dr Edward Jenner descubrió la vacuna contra la viruela, permitió que enfermedades como polios, rubeola, difteria entre otras sean controladas y/o erradicadas; sin embargo, desde entonces y a pesar de los avances de la ciencia, el mundo parece estar entrando de nuevo al oscurantismo de la edad media, donde sus ideas y creencias se basan en mitos y supersticiones dejándole a Dios o a la naturaleza misma las decisiones. Hasta el día de hoy, es más fácil creer que una pulsera roja en la muñeca de un niño tiene más protección que las vacunas y desgraciadamente estas ideas han permitido el resurgimiento de enfermedades que los médicos solo solíamos conocer por libros como la difteria o el sarampión.
Es nuestra obligación y responsabilidad proteger a los niños, ya que ellos no tienen la suficiente conciencia ni madurez para tomar estas decisiones, creo que tener un niño no vacunado es como tener un revolver en la sien o tener una bomba en las manos, no se sabe cuándo se dispara la pistola o cuando va a estallar la bomba, pero es seguro el daño que esto conlleva en el entorno familiar y social.
La vacunación debería de considerarse obligatoria, y considerarse delito contra la sociedad el hecho de no vacunar a los niños, ya que no existen bases científicas ni lógicas que amparen estos movimientos anti-ciencia, los cuales se ven como movimientos paranoicos y ególatras .
Vacunemos a nuestros hijos, la salud es uno de los bienes más preciados, informemos con bases y no por creencias, nadie está colocando chips para controlarnos, no necesitamos de esto, ya que con un celular, una tablet o la propia conexión a internet ya nos tienen controlados.
¿Deben de vacunar a sus hijos? Es un deber para la sociedad y para nuestros propios niños. Y cómo diría Alberth Camus en libro LA PLAGA: El mal que existe en el mundo proviene casi siempre de la ignorancia.
