Rusia disparó el viernes misiles contra un aeropuerto cercano a Leópolis, ciudad en la que cientos de miles de personas se refugian lejos de los campos de batalla ucranianos.
Reuters.- El sistema de abastecimiento de alimentos de Ucrania se está desmoronando bajo la invasión de Rusia, con infraestructuras destruidas y tiendas y almacenes cada vez más vacíos, dijo el viernes Naciones Unidas.
Rusia disparó el viernes misiles contra un aeropuerto cercano a Leópolis, ciudad en la que cientos de miles de personas se refugian lejos de los campos de batalla ucranianos, mientras Moscú intenta recuperar la iniciativa en su estancada campaña contra Ucrania.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, inició una conversación con el líder chino, Xi Jinping, en un intento de asfixiar la maquinaria bélica rusa aislando a Moscú de la única gran potencia que aún no ha condenado su asalto.
Más de tres semanas después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, lanzó una invasión para someter lo que él llama un estado artificial que no merece ser una nación, el Gobierno electo de Ucrania sigue en pie y las fuerzas rusas no han capturado ni una sola gran ciudad.
Las tropas rusas han sufrido grandes pérdidas mientras volaban zonas residenciales hasta convertirlas en escombros, provocando la huida de más de 3 millones de refugiados. Moscú niega estar atacando a los civiles en lo que llama una “operación especial” para desarmar a su vecino.
“Las fuerzas rusas han logrado un progreso mínimo esta semana”, dijo el Ministerio de Defensa británico en su actualización diaria de inteligencia militar. “Las fuerzas ucranianas alrededor de Kiev y Mikoláiv siguen frustrando los intentos rusos de rodear las ciudades. Las ciudades de Járkov, Chernígov, Sumy y Mariúpol siguen cercadas y sometidas a fuertes bombardeos rusos.”
El viernes por la mañana se escucharon al menos tres explosiones cerca del aeropuerto de Leópolis. El alcalde, Andriy Sadovy, dijo que varios misiles habían impactado en una instalación de mantenimiento de aviones, destruyendo edificios pero sin causar víctimas.
La ciudad, situada en el oeste de Ucrania, cerca de la frontera con Polonia, está a cientos de kilómetros del avance ruso y ha sido uno de los principales destinos de los ucranianos que se ven obligados a huir de las zonas de combate.
Jakob Kern, coordinador de Emergencias para la crisis en el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, dijo que la “cadena de suministro de alimentos de Ucrania se está desmoronando. El movimiento de productos se ha ralentizado por la inseguridad y la renuencia de los conductores”.
El PMA, que alimenta a la población en zonas de crisis mundial, también compra casi la mitad de su trigo a Ucrania. Kern afirmó que la guerra ya ha hecho subir los precios mundiales a un máximo histórico y podría causar “hambre colateral” en los países pobres de todo el mundo.
INTENSOS BOMBARDEOS
Rusia ha estado bombardeando intensamente las ciudades del este de Ucrania, sobre todo Chernígov, Sumy, Járkov y Mariúpol, un puerto del sur sitiado desde hace tres semanas, donde los residentes se han refugiado sin acceso a alimentos ni agua.
Uno de los muertos en Chernígov fue Jimmy Hill, de 68 años, un estadounidense que trabajaba en Ucrania como profesor universitario y estaba atrapado en la ciudad asediada cuidando a su pareja ucraniana, que estaba hospitalizada por enfermedad. Fue abatido por francotiradores rusos mientras esperaba en una cola para comprar pan, y su cuerpo fue encontrado en la calle, según su familia.
En su última publicación en Facebook, escribió que su pareja estaba en cuidados intensivos. “¡Bombardeo intenso! Todavía vivo. Comida limitada. Habitación muy fría”.
Kiev se ha librado hasta ahora de un gran asalto, con largas columnas de tropas que bajan desde el noroeste y el este detenidas a las puertas en intensos combates. No obstante, los residentes de la capital están soportando ataques nocturnos con misiles mortales.
Sigue la información sobre los negocios y la actualidad en Forbes México
El viernes, los restos de un misil abrieron un gran cráter en el suelo en medio de un bloque de viviendas donde también se encontraba una escuela en el norte de Kiev, destrozando cientos de ventanas y dejando escombros esparcidos por el complejo.
Al menos una persona murió, según los servicios de emergencia. El alcalde de Kiev dijo que 19 personas resultaron heridas, entre ellas cuatro niños.
“Esto es un crimen de guerra de Putin”, dijo Lyudmila Nikolaenko, que visitaba a su hijo, que vivía en uno de los apartamentos afectados. “Dicen que no están golpeando a gente normal, dicen que nos estamos disparando a nosotros mismos”.