Aquí te decimos cómo lavar de forma adecuada el cubrebocas para que prolongues su tiempo de utilidad.
Las mascarillas ayudan a frenar la transmisión del virus del COVID-19; sin embargo, por el uso indebido de algunas personas, el tiempo de utilidad de este producto disminuye.
Si eres de los afortunados que casi no han utilizado cubrebocas durante la pandemia, es probable que aún tengas muchas preguntas sobre su uso y su cuidado.
Con el fin de ayudarte a prolongar el tiempo de vida de tu mascarilla, a continuación recopilamos las sugerencias que la Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, por sus siglas en inglés) dio sobre los cubrebocas como el KN95 y N95.
Antes de ponerse la mascarilla
- Primero que todo, lávate las manos con agua y jabón antes de ponerte la mascarilla.
- Ajústate la mascarilla de manera que te cubra correctamente la boca, la nariz y la barbilla y no queden huecos a los lados.
- Asegúrate de que puedes respirar cómodamente.
Mientras la llevas puesta
- No coloques la mascarilla bajo la nariz o la barbilla ni la lleves en la cabeza: para que sea eficaz, debe cubrir en todo momento la nariz y la boca.
- No toques la mascarilla mientras la llevas puesta.
Para quitártela
- Lávate las manos antes de quitarte la mascarilla.
- Para quitartela, retírala utilizando las tiras elásticas o los cordones. Evita tocar la parte frontal de la mascarilla.
- Las mascarillas de tela deberían lavarse después de cada uso y guardarse en una bolsa limpia.
- Las mascarillas médicas son de un solo uso y deben desecharse en una basura cerrada.
Cuatro errores comunes que debes evitar
- No te coloques la mascarilla debajo de la nariz
- No dejes la barbilla al descubierto
- No te coloques la mascarilla debajo de la barbilla
- No toques la mascarilla mientras la llevas puesta
Cómo lavar una mascarilla de tela
De acuerdo con la Unicef, se recomienda lavar las mascarillas de tela con jabón o detergente, preferiblemente con agua caliente (a una temperatura mínima de 60 grados centígrados) y al menos una vez al día.
Si la lavas en la lavadora, elige el programa más cálido posible para el tipo de tejido. Si la lavas a mano, usa agua caliente con jabón. Después de lavarla, deja que la mascarilla se seque por completo antes de volver a utilizarla. Guarda la mascarilla en una bolsa limpia.