El confinamiento general en Austria entrará en vigencia el lunes y debería seguir por 20 días, aunque será evaluado después de 10.
Los austriacos disfrutaban este domingo de su último día de poder ir a cafés y mercados navideños, antes de un confinamiento nacional a fin de combatir una cuarta ola de contagios del coronavirus.
Las medidas, que entrarán en vigencia el lunes y deberían seguir por 20 días aunque serán evaluadas después de 10, obligan a todos a quedarse en casa a excepción de tareas esenciales como comprar enseres básicos, ir al médico o hacer ejercicio.
Los restaurantes y la mayoría de las tiendas deberán permanecer cerrados, y no habrá eventos multitudinarios.
Seguirán abiertos las escuelas y jardines de infancia, pero se le anima a los padres a mantener a sus chicos en casa.
El canciller Alexander Schallenberg también anunció el viernes que Austria introducirá un mandato para vacunarse a partir del 1 de febrero. Las autoridades no han divulgado exactamente cómo funcionará la obligación.
En una entrevista publicada el domingo en el periódico Kurier, Schallenberg calificó de “lamentable” que el gobierno haya tenido que recurrir a un mandato a fin de asegurar que la población se vacune.
Poco menos del 66% de los 8.9 millones de habitantes de Austria están totalmente vacunados, una de las tasas más bajas de Europa occidental.
Schallenberg expresó que este verano su gobierno pensaba que medidas como el encierro ya no serían necesarias, y que fue una decisión difícil imponer un confinamiento inclusive a gente vacunada.
Tener que restringir la libertad de la gente de nuevo, créanme, es una decisión difícil para mí”, expresó el mandatario.