Los juguetes eróticos se pueden usar a solas o en compañía, aportan variedad y nuevas posibilidades
Gracias a las películas, la literatura y en especial internet, los juguetes eróticos están a la orden del día. Incluso podríamos decir que se están poniendo de moda. En las cada vez más frecuentadas tiendas eróticas podemos encontrar fácilmente preservativos de toda clase y condición (y sabor), dildos, esposas, lubricantes, lencería, etcétera. Cada uno de estos objetos tiene una utilidad erótica que puede despertar nuestra curiosidad sexual.
Los juguetes se pueden usar a solas o de forma compartida con nuestra pareja. Aportan variedad a las relaciones sexuales, así como nuevas posibilidades y nuevas sensaciones. Son un complemento opcional a añadir a la sexualidad.
En muchas ocasiones tenemos algunas ideas preconcebidas y limitantes que nos pueden frenar a la hora de plantearnos probar un juguete erótico. A menudo pensamos que el hecho de tener un juguete sexual te convierte en un/a obsesivo/a del sexo, que si necesitas un juguete con la pareja es que él/ella ya no es suficiente sexualmente para ti, o que si tienes pareja no deberías necesitarlos porque ya lo/a tienes a él/ella.
Si queremos adentrarnos en el mundo de los juguetes sexuales lo más importante es empezar a solas para conocerlos bien (y conocernos a nosotros) y saber cómo nos gustan para luego añadirlos a la pareja si es lo que deseamos y nos apetece. Y por supuesto nuestra pareja está en la misma onda. A continuación voy a hacer una guía sencilla para elegir el primer juguete erótico.
Investigar
El primer paso es investigar todas las opciones que hay y qué es lo que te llama más la atención. Lo mejor es entrar en una tienda online para ver un catálogo y conocer la variedad de productos que existen. ¡No te agobies! Al principio parece un mundo extraño por la gran cantidad de opciones que hay.
Definir su finalidad
Una vez se ha tenido un primer contacto es cuestión de definir qué finalidad y utilidad quieres del juguete: estimulación externa, sensaciones internas, etc. para así poder reducir el número de posibilidades y tener más facilidad para decidir.
Valorar el tipo de material
Lo ideal antes de comprar es acercarse a una tienda erótica y preguntar para resolver las dudas y valorar el tipo de material con el que está hecho. A día de hoy hay muchos tipos de materiales y puede producirse alguna alergia. También es importante que la persona que te atienda esté formada y tenga conocimiento en la materia. Y si además te deja tocar el producto muchísimo mejor.
Elegir la gama
Es importante evitar comprar el mejor producto y el más caro. Primero es recomendable elegir uno de gama media y valorar con la experiencia si ese tipo de producto nos gustado queremos pasar a otro nivel.
Conocer las nuevas sensaciones
Una vez se tenga el producto en casa es interesante investigar todas sus posibilidades y conocer las nuevas sensaciones que pueda proporcionar. Pero, ¡ojo! Nunca debemos depender de él para obtener placer ni necesitarlo en todas las situaciones sexuales. Debe ser un complemento.
Por supuesto no es obligatorio usar juguetes sexuales ni es malo no usarlos. Cada persona debe escucharse y conocer aquello que quiere y desea y lo que no. Simplemente es una posibilidad más dentro del mundo de la sexualidad. Además, hay opciones para todos los públicos: parejas estables, hombres, mujeres, relaciones homosexuales, etcétera.
Hace unos años sí que es cierto que los productos disponibles estaban más orientados a las mujeres heterosexuales, pero poco a poco se ha ido abriendo el mercado y añadiendo gran variedad de opciones. De hecho, hay marcas específicas para públicos específicos. Te animo a que acudas a una tienda erótica y descubras el sinfín de posibilidades.