Consejos para guiar a tu hijo en la transición de la vida familiar a la escuela bajo las restricciones de la COVID-19
Durante la pandemia de la COVID 19, muchas personas han comprobado cómo su vida familiar se alteraba debido a los confinamientos, el cierre de las escuelas y el trabajo a distancia. Numerosas familias han tenido que pasar mucho tiempo juntas en casa, sorteando una situación que generaba estrés e inseguridad. Muchos niños se han acostumbrado a que su padre, su madre o su cuidador estuviera a su lado a cualquier hora del día. Algunos niños solamente conocen este tipo de situación.
Aunque las circunstancias varían mucho según el lugar en el que vivas, si tu familia se está preparando para realizar un cambio en los hábitos diarios debido a la reapertura de las guarderías, las escuelas y las oficinas, a continuación te ofrecemos algunos consejos para facilitar la adaptación de tu hijo.
¿Cómo es la ansiedad debido a la separación?
Entre los síntomas de la ansiedad por separación cabe destacar el llanto y un mayor apego cuando se produce una separación (aunque sea por poco tiempo) o cuando el niño se enfrenta a situaciones nuevas. Esto ocurre sobre todo entre los 6 meses y los 3 años, y es una etapa común del desarrollo de tu hijo. El estrés y la incertidumbre generados por la pandemia de la COVID-19 han llevado a que, en ocasiones, estos comportamientos también se hayan observado en niños de mayor edad.
Los niños suelen empezar a mostrar síntomas de ansiedad debido a la separación cuando los dejas en la guardería o en la escuela. Debido a los sucesos ocurridos este último año, los niños mayores pueden pasar por mayores dificultades cuando se les deja en la escuela, ya que es posible que tengan un sentimiento de inseguridad debido a la COVID-19.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo para que se sienta seguro cuando recupere los antiguos comportamientos?
Puede que para facilitar que tu hijo realice una transición a la escuela sin dificultades, y que tú lleves a cabo tu propia transición al trabajo, tengas que pasar por un proceso que exija tiempo y planificación. Para que la separación sea menos difícil para tu hijo, pon en práctica los siguientes consejos:
Escucha a tu hijo
Tómate en serio sus preocupaciones y habla con él sobre sus inquietudes. En el caso de los niños más pequeños, puedes jugar a representar la forma en que será la vuelta a la escuela o pedirles que hagan un dibujo sobre todas las etapas del proceso, incluido el momento en el que tú vuelves a la escuela para recogerlo.
Ayúdales a prepararse
Aprende las nuevas normas de la vuelta a la escuela y repásalas con tu hijo. Pregúntale a tu hijo cómo se siente ante la idea de regresar a la escuela y no dejes de informar a su profesor si el niño tiene algunas dudas importantes.
Mantén la calma
Recuerda que los niños están pendientes todo el tiempo del comportamiento de los adultos. Para ayudar a tu hijo a relajarse y a sentirse seguro, es importante que tú demuestres un comportamiento tranquilo.
Prepara un plan de despedida
Para evitar que las despedidas supongan una situación difícil para los niños mayores, puedes tomar las siguientes medidas:
- Intenta que las despedidas sean positivas.
- Avisa cuando te vayas a ir.
- Explica de forma clara y breve por qué te vas.
- Recuerda a tu hijo que volverás a por él.
- No muestres dudas al marcharte.
- No regreses hasta la hora prevista.
- Sigue la misma rutina cada vez que te vayas o dejes a tu hijo.
Mi hijo tiene miedo de volver a la escuela. ¿Cómo puedo ayudarle a sentirse tranquilo?
Algunos niños pueden sentirse nerviosos o mostrarse reacios a volver a la escuela, especialmente si han estado aprendiendo en casa durante meses. Hay que ser sincero: por ejemplo, explícale que es muy posible que se hayan producido ciertos cambios en la escuela. Tranquilízalos con respecto a las medidas que se han puesto en marcha para mantener su seguridad y la de los demás.
Dile que puede ir entrando en calor poco a poco. No tiene que comenzar a tiempo completo de inmediato. Puede que le lleve algún tiempo sentirse cómodo a la hora de jugar de nuevo con sus amigos, y esto es una cuestión completamente normal.
¿Cómo puedo comprobar cómo le va a mi hijo sin agobiarle?
Muéstrate activo pero tranquilo. Los niños suelen inspirarse en las emociones de los adultos más importantes de su vida, por lo que es importante que escuches las preocupaciones del niño, que le hables con amabilidad y que le tranquilices. Debes tener en cuenta que sus emociones pueden cambiar y tienes que decirle que se trata de una situación normal.
En cuanto a la forma de comprobar cómo se encuentra tu hijo, depende en gran medida de él. Si tu hijo es reservado, puedes preguntarle “¿Cómo estás?”. Otros niños pueden ser más directos a la hora de revelar sus sentimientos. Tú eres quien mejor conoce a tu hijo, y lo más importante es llevar a cabo estas conversaciones con un sentimiento de compasión y de comprensión.
Con información de www.unicef.org