El organismo descarta que haya sido política su decisión y lo que considera así, es la petición, vinculada a la presencia de la selección de Hungría en el Allianz Arena
Suiza. La UEFA defendió su rechazo a permitir que el estadio de Múnich se iluminase con los colores de la comunidad LGBT para recibir a Hungría en la Eurocopa, pero vistió en Twitter su propio logo con los colores arcoíris, reafirmando su “firme compromiso” contra la homofobia.
Bajo las críticas desde el martes, desde la diplomacia alemana hasta el Elíseo francés, la instancia europea aseguró que su decisión no era “política”, a diferencia de la petición de Múnich destinada a protestar contra una reciente ley húngara considerada discriminatoria hacia los homosexuales.