El presidente calificó de ataque el involucramiento de Bartlett en la investigación en EU por el asesinato del agente de la DEA en 1985.
Ciudad de México.- Tras la publicación de un reporte sobre una posible detención de Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), si éste llegara a ir a Estados Unidos, en el marco del caso del asesinato del agente de la DEA Enrique ‘Kiki’ Camarena en 1985, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que esto es sólo una campaña de desprestigio contra el funcionario y su administración.
“Es público y notorio de que se trata de campañas de descrédito de la revista Proceso y de la mayoría de los medios, porque el licenciado Bartlett ahora es encargado de la industria eléctrica y está enfrentando a grupos de intereses creados, y cada que pueden, se le lanzan y si no es por eso, es por el 88. Son los dos temas y lo que se tiene que tener son pruebas”, afirmó.
En su conferencia “mañanera”, el mandatario federal comentó que si en Estados Unidos están investigando a Bartlett, ni él ni la Fiscalía General de la República (FGR) tienen información.
El titular del Ejecutivo consideró que los señalamientos contra el funcionario tienen como objetivo afectarlo a él o a la administración federal.
“Cada vez que lo consideran necesario sacan el expediente y no sólo eso para afectar a Bartlett, sino para afectarnos a nosotros. Tiene que ver con descredito a nuestro proyecto, es parte de la campaña de desinformación, de ataques por el proceso de transformación. Si hay pruebas, que se proceda, pero no se puede linchar políticamente”, enfatizó.
López Obrador aclaró que no va a proteger a nadie, pero consideró que la presunta investigación contra Manuel Bartlett es información sin sustento ni fundamento.
“Nosotros no vamos a proteger a nadie, pero también que se vaya a aclarando de que son a veces cuestionamientos que no tienen sustento, que no tienen fundamento; es mucha carga ideológica, política y sin argumentos, pero también no está mal, no está prohibido”, expresó.
En mayo, la revista Proceso publicó que si el actual director de la CFE ingresa a Estados Unidos “sería inmediatamente detenido para ser interrogado por el caso del secuestro, tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena.