Mexicanos Primero consideró que estrategia ‘Aprende en casa’ fracasó, ya que el rezago educativo se acrecentó, sobre todo en familias pobres.
Ciudad de México.- La organización Mexicanos Primero aseguró que “Aprende en casa”, la estrategia que implementó la Secretaría de Educación Pública (SEP) como respuesta al confinamiento de estudiantes durante la emergencia sanitaria, fracasó.
De acuerdo con datos preliminares de una investigación de campo que realizó la organización con 2,000 estudiantes, el 61.6% de los niños, niñas y adolescentes de 10 a 15 años no es capaz de comprender un texto de cuarto grado de primaria; el 41.8% no entiende un texto de segundo grado de primera y el 14.8% no puede leer una historia.
El diagnóstico se recrudece en matemáticas, donde el 88.2% de los encuestados no pudo resolver un problema de tercero de primaria; 36.4% no completó adecuadamente restas simples; el 25.8% no pudo hacer sumas de acarreo y el 96.5% no pudo resolver satisfactoriamente operaciones con fracciones.
A unos días de que en diversas entidades se retomen las clases presenciales a un mes del fin del ciclo escolar, el presidente ejecutivo de la organización, David Calderón, indicó que esta estrategia de aprendizaje a distancia terminó por afectar a las familias que menos recursos tienen y no puede tomarse como una referencia para evaluar el ciclo educativo 2020-2021 que concluye el 9 de julio.
“Siendo honestos, la estrategia a distancia de la SEP no funcionó como se pensó y menos como se justificó; fue un fracaso para las familias con mayores limitaciones, y la programación de “Aprende en Casa” no puede tomarse como referencia de lo aprendido en este periodo”, señaló el especialista.
Mexicanos Primero detalló que los apoyos que prometió el gobierno no fluyeron como se establecieron, en especial, los que se iban a destinar para compensar los gastos que las familias y personal docente tuvieron que realizar en servicios de voz y datos.
De igual forma, detalló, no se fomentaron las becas ni apoyos a la alimentación; no se promovieron las visitas domiciliarias para aquellos estudiantes que no pudieron conectarse a la distancia y no hubo un respaldo psicológico adecuado para el estrés que los alumnos manifestaron producto de las restricciones sanitarias.
“Seguimos viendo que los fondos de “La escuela es nuestra” no son transparentes, ni el gasto está orientado según prioridades nacionales”, lamentó Calderón.
Aunque estimó positivo que se fomente el regreso a las aulas para atender las necesidades socioemocionales de la comunidad educativa, Calderón señaló que se debe privilegiar que los estudiantes recuperen los estudios básicos que no pudieron absorber durante el confinamiento.
“Si sólo se hace un ‘repaso’ y se sigue el plan de estudios sin ajuste para ir a lo esencial, la inercia será gravísima, seguir poniendo calificaciones de números y acreditar grados escolares y niveles, pero sin aprendizaje”, alertó.