Puede que las personas embarazadas duden si ponerse o no la vacuna, ya que no hay datos sobre cómo funciona en ellas. Los expertos médicos explican qué se sabe por ahora y cómo puede sopesar cada persona sus propios riesgos y beneficios.
Cuando a principios del año pasado investigadores de todo el mundo empezaron a desarrollar vacunas contra el coronavirus, las embarazadas habían sido dejado de lado en los ensayos clínicos que estudiaban la eficacia y la seguridad en los participantes. Pero tras los buenos resultados para otras poblaciones, ahora se empezó a considerar a las embarazadas y ya hay estudios preliminares y recomendaciones con respecto a las vacunas.
Aquí van 5 claves a tener cuenta sobre las vacunas en embarazadas:
1- Las embarazadas sí pueden recibir las vacunas contra el coronavirus si son parte del personal estratégico
La Comisión Nacional de Inmunizaciones (CONAIN) de Argentina determinó recientemente que las embarazadas pueden recibir las vacunas para prevenir complicaciones por la enfermedad COVID-19. La indicación depende de que formen parte de los grupos priorizados según el plan de vacunación del Ministerio de Salud de la Nación.
“Si una embarazada se encuentra en riesgo de exposición alto a la infección por el coronavirus y está dentro de los grupos definidos como estratégicos según el plan de vacunación, como el personal de salud, el personal docente o los miembro de las Fuerzas de Seguridad y Fuerzas Armadas, debería acceder a la vacuna”, comentó a Infobae la médica infectóloga de la Clínica Maternidad Suizo Argentina y el Sanatorio Finochietto, Liliana Vázquez, quien es miembro de la Sociedad Argentina de Infectología.
2- Las embarazadas y las mujeres que amamantan pueden recibir la vacuna COVID-19 si tienen enfermedades previas como diabetes u obesidad
De acuerdo con el plan de vacunación de Argentina, las embarazadas también pueden recibir las vacunas si tienen condiciones previas, como diabetes, obesidad grado 2 o mayor, o enfermedades crónicas renales, respiratorias o cardíacas. Esas mujeres forman parte de uno de los grupos priorizados, ya que esas enfermedades previas con la infección del coronavirus pueden aumentar el riesgo de complicaciones por la enfermedad. De acuerdo con la Comisión Nacional de Inmunización, “el riesgo de presentar eventos adversos graves (por las vacunas) es muy poco probable al no tratarse de plataformas a virus vivos y atenuados”. Recomendó que las embarazadas consulten previamente con personal de salud idóneo que brinde la información pertinente.
3- La vacuna en embarazadas puede generar anticuerpos que son transferidos al bebé
En enero pasado, investigadores liderados por Dustin Flannery, de la Universidad de Pensilvania, en los Estados Unidos, demostraron que las vacunas contra el coronavirus generan anticuerpos en las embarazadas y son transferidos a los fetos. Lo publicaron en la revista JAMA de la Asociación Médica de los Estados Unidos.
Se encontró que los anticuerpos fueron transferidos a través de la placenta en 72 de 83 mujeres embarazadas que tenían el coronavirus. Es decir, que la vacuna proporciona protección al bebé contra la infección por el coronavirus. “Se trata de algo que era esperable en función de la experiencia con vacunas para otras enfermedades. Por ejemplo, las vacunas contra la tos convulsa -que viene incluida en la vacuna triple bacteriana acelular- y la vacuna antigripal están indicadas en el calendario oficial para embarazadas. Cuando se las dan a las embarazadas, también les transfieren anticuerpos a los bebés”, destacó la doctora Vázquez.
4- Los anticuerpos contra el coronavirus también pueden ser transferidos desde la madre al hijo a través de la lactancia
Un estudio que aún espera revisión de pares en una revista científica informó que se evaluaron 130 mujeres vacunadas, 84 de las cuales estaban embarazadas y 31 en período de lactancia. Se descubrió que estas mujeres tenían respuestas inmunitarias a la vacuna similares a las de las mujeres no embarazadas. El resultado sugiere que la vacuna sería igual de eficaz para las embarazadas.
También mostró que en 10 mujeres que dieron a luz a sus bebés durante el estudio, todas tenían anticuerpos detectables en la sangre del cordón umbilical, y casi todas las mujeres que amamantaban tenían anticuerpos en la leche materna. Una mujer que había recibido sólo una dosis de una vacuna de dos dosis cuando dio a luz, también tenía anticuerpos en el cordón umbilical, pero era una cantidad menor que en las que estaban totalmente vacunadas.
Andrea Edlow, coautora del estudio y profesora de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard y del Hospital General de Massachusetts, en los Estados Unidos, contó que pudieron comparar las respuestas de anticuerpos entre las vacunas de Moderna y Pfizer/BioNtech. Descubrieron que las mujeres que habían recibido la vacuna Moderna tenían niveles más altos de un tipo de anticuerpo, llamado IgA. Este anticuerpo de la mucosa suele encontrarse en la leche materna y protege a los bebés amamantados contra enfermedades, como el COVID-19, que atacan las zonas de la mucosa, en particular el tracto respiratorio.
Otro trabajo realizado en Hadassah Medical Center de Israel también demostró similares resultados: se estudiaron 22 mujeres que habían tenido el parto recientemente. También transfirieron los anticuerpos a sus bebés a través de la placenta. En tanto, un estudio de caso, realizado por el equipo del investigador Paul Gilbert, en la Universidad Atlantic Florida, descubrió que una mujer embarazada que había recibido una dosis de una vacuna de ARNm de dos dosis también tenía anticuerpos detectables en la sangre de su cordón umbilical al dar a luz. Los autores de ese estudio dijeron que si los bebés nacieran con anticuerpos, podría protegerlos en los primeros meses de vida, cuando son más vulnerables.
También a través de la leche materna, las mujeres vacunadas contra el coronavirus pueden transferir los anticuerpos a los bebés y niños lactantes, según otro trabajo realizado por la Universidad de Tel Aviv y el Centro Médico Sourasky de Tel Aviv – Ichilov en Israel. En todos los estudios realizados, aún no se sabe exactamente cuánto duraría la protección en los bébes de madres vacunadas.
En San Luis Potosí, México, una madre dio a luz a un bebé que desarrolló anticuerpos contra la enfermedad del COVID-19. Es el primer nacimiento registrado en el país con un éxito saludable para la mamá y el recién nacido. Durante el periodo de embarazo la mujer fue vacunada con las dosis de Pfizer/BioNtech.
5- Las vacunas de una sola dosis también sirven para embarazadas.
La Organización Mundial de la Salud recomendó la semana pasada el uso de la vacuna de una sola dosis de Janssen/ Johnson y Johnson, para todos los países incluidos aquellos en los que ya están circulando de manera mayoritaria nuevas variantes del coronavirus causante de la pandemia de COVID-19. El panel de expertos de la agencia de la ONU recomendó su administración para el grupo de mujeres embarazadas y lactantes en grupos de riesgo, como las trabajadoras de la salud, pero resalta que ha demostrado ser relativamente más segura que las de Pfizer-BionTech y AstraZeneca-Oxford.
“La vacuna es relativamente más segura que otras en el sentido del conocimiento en el uso en embarazadas. Tenemos la experiencia con otra vacuna de Janssen basada en la misma plataforma Adeno 26 que se ha usado ampliamente para controlar brotes de ébola en la República Democrática del Congo y otros países África occidental. Se ha hecho un seguimiento de 1600 mujeres embarazadas vacunas contra el ébola en el que se vio que el beneficio de vacunarlas frente al riesgo de que cogieran ébola estaba totalmente justificado”, informó Alejandro Cravioto, el director del Grupo Estratégico Asesor de Expertos sobre Vacunación (SAGE por sus siglas en inglés). La experiencia también se extiende para madres lactantes y se ha visto que “es segura” para aquellas que necesitan ser vacunadas.