Aunque este tipo de alimento chatarra son el alma de las reuniones, fiestas y a la hora de ver películas, podrían afectar al organismo humano
Si eres de los que suele consumir de manera frecuente las frituras de la tiendita de la esquina o supermercado, debes tener cuidado, pues la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) publicó una lista de las que resultaron ser más dañinas para el organismo humano. Aunque existe una gran variedad en el mercado, debe tomarse en cuenta la recomendación por salud.
Sabemos bien que este tipo de botanas (que si se preparan con limón y alguna de la variedad de salsas resultan ser una verdadera joya) son el alma de las reuniones o cuando se aprecia alguna película; sin embargo, deben tomarse en cuenta los sellos de advertencia, así como los ingredientes con las que están elaboradas.
El exceso de grasas, sodio, carbohidratos y hasta de elementos, como los colorantes, que podrían tener un impacto negativo en la salud, fueron tomados en cuenta dentro del estudio de la Profeco.
¿Cuáles son las frituras más dañinas, según la Profeco?
De acuerdo con la dependencia, las frituras que “salieron reprobadas” en su estudio son las siguientes:
- Takis verdes (originales): 2.5 gramos de sodio por bolsa.
- Runners: 2.1 gramos de sodio.
- Cheetos torciditos (anaranjados): 1.6 gramos de sodio.
- Totis: 1.4 gramos de sodio.
- Quesabritas: 1.2 gramos de sodio.
- Fritos: 1.2 gramos de sodio.
- Susalia horneadas: 1.06 gramos de sodio.
- Doritos Nacho: 1 gramo de sodio.
- Churrumais: 0.9 gramos de sodio.
¿Cuáles son los peligros de la sal en exceso?
La advertencia de la Profeco debe tomarse en cuenta, en caso de que haya excesos en el consumo del alimento chatarra mencionado; sin embargo, si se come de manera esporádica no hay ningún problema.
En este caso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó reducir el consumo de sodio en los adultos a menos de cinco gramos de sal al día (una cucharadita) y entre cuatro y cinco gramos para menores de 10 años y entre tres y cuatro a los menores de siete.
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el excesivo consumo de sal provoca retención de líquidos e incremento de peso, lo que obliga al hígado, riñones y corazón a trabajar por encima de sus niveles normales, lo que afecta el sistema cardiovascular y altera la función renal.