El 22 de julio las balaceras alteraron la apacible vida de pueblo mágico de Magdalena de Kino, Sonora
Sonora.- La semana de horror que experimentaron los magdalenenses y la región norte de Sonora forma parte de los prolegómenos de una guerra entre dos facciones del Cártel de Sinaloa: la comandada por Ovidio Guzmán López y la de Ismael El Mayo Zambada.
Según los informes de inteligencia militar consultados, el detonante de esta última disputa es que ambos bandos tomaron como rehenes a altos personajes de sus adversarios con el fin de inclinar la batalla en su favor. La estrategia sólo enardeció los ánimos.
“Aquí tenemos el Golden Gate de San Francisco”, dice un joven llamado Adrián a Proceso durante un recorrido por la zona norte de la entidad, para recuperar los pormenores de la narcoguerra y la apacibilidad de Magdalena que lo llevó a ser considerado Pueblo Mágico desde 2012.
Adrián se refería a la estructura metálica colocada para cruzar el río Magdalena durante la temporada de lluvias. El lugar es una visita obligada al poblado.
Hoy el turismo se redujo a su mínima expresión. Las corporaciones policiacas locales coinciden: los ataques armados y detonaciones en Magdalena son resultado de un ultimátum de Felipe de Jesús Sosa Canizales, “El Gigio”, compadre del “Mayo” Zambada, a “Los Chapitos” de Ovidio Guzmán. Les pidieron liberar el corredor delincuencial de Benjamín Hill, Santa Ana, Magdalena e Ímuris.
Sosa Canizales, conocido también como “El Señor del Sombrero”, “Tío” o “Mi Apá”, pretende hacer valer su amenaza con la ayuda de su brazo armado, Leonardo López, “El 20”, un violento operador que comanda los ataques en Nogales y el asalto a Magdalena.
“Los Chapitos”, bajo tutela de Ovidio Guzmán, están representados por una célula de la familia criminal de los Salazar, quienes cuentan con el apoyo bélico regional de los lugartenientes dejados por Jesús Humberto Limón López, “El Chubeto”, “El Cazador” o “El Noveno”, luego de ser atrapado en Altar el pasado 12 de junio.
En uno de los videos subidos a Instagram, “Los Chapitos” advierten a los seguidores del “Gigio”: “¡Ya vamos para Nogales pinchi (sic) soldado! ¡Hijos de su puta madre (vamos) a romperle la madre a todos! ¡Ahora sí despertaron al Mounstro (sic)!”.
Antes, la gente de “El Cazador” atrapó a un sicario de “El 20”, lo hizo confesar mientras lo videogrababa y luego colgó ese material en Instagram con la siguiente advertencia: “Hay pa’ los que seguían este ‘Insta’. Perros, ya sabemos con quién hablaba ¡Truchas! Sigue la guerra, y ahora sí, se van a pelar toda la verga!”.
La refriega tuvo su primer capítulo el 22 de julio, cuando supuestamente los bandos en desacuerdo tomaron rehenes y se lanzaron el ultimátum de que entrarían a la fuerza por los retenidos.
Fragmento del reportaje publicado en la edición 2335 del semanario Proceso, cuya versión digital puedes adquirir aquí.