La candidatura de Luisa María Alcalde Luján para la presidencia de MORENA es un paso importante para el partido, alejándose de la pérdida de identidad a partir de orientar los trabajos político partidistas desde la base, considerando la perspectiva de un Partido-Movimiento.
La acción directa en las calles, el trabajo en los comités de base, son la carta de presentación de la hoy Secretaria de Gobernación para ocupar la presidencia del partido.
Uno de los grandes pendientes para la militancia es lograr erradicar las prácticas clientelares que han pasado factura a la meritocracia del partido, con una profunda pérdida de credibilidad, que ha sido zanjada en la actual campaña con el rescate del lema de la Revolución Mexicana: ¡Sufragio Efectivo, No Reelección!
El trabajo activo por MORENA Movimiento es un aspecto a considerar en la Agenda del Partido, que requiere de concurrencia de las posiciones partidistas acorde con los movimientos sociales.
La Relación entre Morena Sí -Dicho sea de paso, hay que quitarle esto de “Morena Sí”- para comenzar a rescatar al partido y alejarlo de la visión de un partido limitado a una maquinaria para ganar elecciones a toda costa, incluido el pactar con la Oligarquía dominante y los caciques regionales.
La vida partidista va a seguir siendo un punto pendiente, sobre todo en estados como Sinaloa en donde no tenemos organización del partido y los sectores sociales no ven en la Burocracia del partido un grupo que resuelva sus demandas.
La lucha interna para desmontar a la Morena que se siente cómoda con el Reinicio de Sistema, sin desmontar el sistema de caciques con el que el sistema político ha administrado al país por años, es el gran pendiente del partido, porque primero los pobres, pasa por primero la formación política de los pobres para que piensen por sí mismos.