Con 267 votos a favor, la Cámara de Diputados aprobó la iniciativa que busca que las terapias de conversión sean delito.
La Cámara de Diputados aprobó en lo general la prohibición de las terapias de conversión, también llamadas ECOSIG, con 267 votos a favor y 104 en contra y 33 abstenciones. Luego de que la iniciativa estuviera dos años ‘congelada’ en el Congreso, finalmente la tarde de este viernes se contempló en el orden del día.
En su intervención, la diputada Salma Luévano Luna, de Morena, afirmó que al votar el dictamen de la minuta en materia de terapias de conversión se protegerán los derechos humanos de la comunidad LGBTTTIQ+.
“Estamos exigiendo que ya pase este dictamen, porque no podemos esperar más tiempo, lamentablemente se había estado posponiendo, pero ya no vamos a esperar más”, enfatizó la legisladora, quien también es activista transgénero.
Por su parte, la diputada María Clemente García, activista transexual por los derechos de la diversidad sexual, señaló que este tipo de “terapias” ponen en riesgo la vida de quienes la sufren a manos de “charlatanes y fanáticos de dogmas ideológicos”.
“Las terapias de conversión comienzan con un discurso de odio”, sostuvo y lamentó que el dictamen regrese al Senado debido a cambios en la minuta.
Las diputadas panistas Teresa Castell, Margarita Zavala y Mariana Mancillas rechazaron la aprobación del dictamen, argumentando que criminaliza a los padres, maestros y organizaciones religiosas. En el mismo sentido se pronunció el diputado Gabriel Quadri, quien mencionó que lo que se busca es imponer “una ideología perversa” en niños y jóvenes.
Olga Sánchez Cordero, a favor de prohibir las terapias de conversión
Cabe recordar que en octubre de 2022, el Senado aprobó penalizar las terapias de reconversión y prohibir que “grupos de ayuda” violenten y orienten de manera coercitiva el libre ejercicio de la sexualidad de las personas.
La iniciativa modificó la Ley General de Salud (LGS) y fue aprobada con 69 votos a favor. Posteriormente, se envió a la Cámara de Diputados para su ratificación; sin embargo, hasta hoy se discutió en el pleno.
Horas antes de la votación, la senadora y ministra Olga Sánchez Cordero se pronunció en su cuenta de X a favor de prohibir las mal llamadas terapias de conversión, a las cuales calificó como violatorias de derechos humanos.
“Esta Legislatura tiene la oportunidad histórica de prohibir un acto de tortura.”, sostuvo Sánchez Cordero y agregó: “Hago votos porque hoy la Cámara de Diputados discuta y apruebe este acto de justicia. Las personas #lgbtiq son libres e iguales en dignidad y derechos #NadaQueCurar.”
Esta Legislatura tiene la oportunidad histórica de prohibir un acto de tortura. Los #Ecosig (mal llamados "terapias" de conversión), son una violación de derechos humanos que atenta contra la persona y vulnera su dignidad. 🧵1/2
— Olga Sánchez Cordero (@M_OlgaSCordero) March 23, 2024
¿Qué son los ECOSIG y por qué se busca su prohibición?
La UNAM y la COPRED definen los ECOSIG (Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género) como “prácticas de varios tipos (sesiones psicologías, psiquiatría, religiosas, pláticas académicas, etc.) que tiene la intención de cambiar la orientación sexual, la identidad o expresión de género de las personas homosexuales, bisexuales y trans a lo que se ha establecido como lo normativo, “una heterosexualidad binaria cisgénero”’.
La comunidad LGBT+ han denunciado a lo largo de los años que este tipo de sesiones representan actos de violencia, discriminación y tortura, bajo la falsa premisa de que las personas de la diversidad sexual están “enfermas”.
De acuerdo con la ONU, este tipo de terapias pueden consistir en agresiones físicas y psicológicas, tratos crueles, inhumanos o degradantes que buscan obligar a las personas a dejar a un lado sus preferencias sexuales, las cuales resultan en “profundos traumas físicos y psicológicos a las personas que las sufren”.