Parece que estamos ante la antesala de una nueva contienda, el país se prepara para la larga efervescencia electoral, de marzo a junio.
México es un país de calendarios electorales, pero en medio de estos acontecimientos se dirime el proyecto de nación.
No vamos a tener una elección de vacaciones, estamos viendo un proceso electoral con profundas contradicciones, en donde se enfrenta el viejo régimen del PRIAND contra el PRIANDMOR, donde no tendremos tregua, aún así el proyecto de nación queda en los límites del Pacto por México.
No te apasiones, no te dejes llevar, todo está bajo una actuación programada, en donde la puesta en escena nos conduce a donde mismo: el reparto del poder.
La confrontación será orientada por la distribución del poder en el marco de los mecanismos conocidos, con las patadas bajo la mesa que ya conocemos, las mordidas y los piquetes de ojo, eso sí solo entre los de abajo, porque arriba el dinero manda.
Usted no pierda amistades, recuerde que es una lucha entre profesionales, parecida a los cuadriláteros, donde la máscara y la cabellera se ponen juego, por un presupuesto claro está.
La agenda social se impulsa en los barrios, en la calles, con antorchas, fuera de las fronteras de la partidocracia, insistamos en ella, porque los actores profesionales cobran por el guion que actúan. El tiempo todo lo demuestra.
Claro, la camisa de MORENA aún está menos percudida que la de enfrente, se limita con la Reelección, que es su gran contradicción, como en su momento fue la no lucha por la República lo que hundió.
Podemos que quedó en Pudimos.