Los cuerpos de al menos cuatro personas fueron literalmente “regados” en diferentes puntos del poblado de Cortazar, Guanajuato.
Los cuerpos de al menos cuatro indigentes fueron literalmente “regados” en diferentes puntos del poblado de Cortazar, Guanajuato.
Y es que los cadáveres estaban envueltos en bolsas de color negro, ocasionando conmoción en la sociedad que iniciaban sus actividades este domingo.
Apenas el sábado, un sujeto fue muerto a balazos en pleno centro de la ciudad guanajuatense y no lejos de ahí, en el municipio de Yuriria, un policía fue asesinado en su día de descanso.
Al amanecer de este domingo, los reportes comenzaron a llegar a la línea de emergencias 911, indicando hallazgos por todo Cortazar.
El punto en común de las personas ejecutadas es que todas ellas vivían en situación de calle, eran indigentes, a quienes torturaron y dispararon en la cabeza, la cual estaba envuelta en una bolsa de plástico.
Los restos humanos de dos personas quedaron en pleno centro. Uno sobre la calle Francisco Zarco, esquina con Florencio Antillón, y el segundo en la calle Melchor Ocampo, a unos metros del mercado y del Palacio Municipal.
Un tercer cuerpo sin vida fue localizado sobre la calle Gutiérrez Nájera de la Colonia Nuevo Rosales. Vecinos refieren que se trata de una mujer, sin que haya una confirmación oficial.
En la salida carretera a la ciudad de Salvatierra, en una jardinera y frente a una escuela, fue hallado otro cadáver.
EJECUTADO EN EL CENTRO DE CORTAZAR
Apenas el sábado 10 de febrero, un hombre fue muerto a tiros, a las 11 de la mañana, cuando circulaba por la avenida Revolución Sur, una de las más transitadas de Cortazar.
Los sicarios, a bordo de una motocicleta, escaparon hacia la carretera a Jaral del Progreso, de acuerdo con las decenas de personas que presenciaron el asesinato.
La víctima viajaba en una camioneta Chevrolet Captiva de color gris, que al ser alcanzada por los proyectiles, chocó contra un poste afuera de una tienda. El vehículo quedó con impactos de bala en ventanas y carrocería.
El hombre asesinado era conocido como Dan Valeriano, de unos 50 años de edad.