Recuerda que cada una de estar prácticas requiere que tanto tú como tu pareja otorguen su consentimiento
La sexualidad humana no puede ser reducida a ciertas prácticas o roles predeterminados, ya que dentro de ésta hay muchísimos aspectos por explorar. Es posible que todas en algún punto de nuestras vidas experimentemos la monotonía en la vida sexual en pareja.
Nosotras te contamos sobre 5 prácticas sexuales para la experimentación y continuo desarrollo de nuestra sexualidad, siempre y cuando estés dispuesta a disfrutar tu placer y el de tu pareja sin el impedimento de prejuicios.
Recuerda que cada una de estar prácticas requiere que tanto tú como tu pareja otorguen su consentimiento (el cual se puede retirar cuando no te sientas a gusto) y realmente quieran intentarlas.
- ‘Tickling’
Es una práctica que parece insignificante, pero puede ser decisiva para una experiencia realmente placentera.
El ‘tickling’ o cosquillas eróticas, son caricias que puedes realizar con las yemas de tus dedos o con la ayuda de otros objetos (plumas, cintas o aceites) para aumentar la excitación de tu pareja. Es excelente opción para el juego previo, puesto que vas aumentando de poco a poco la intensidad de las caricias con el objetivo de generar mayor tensión sexual.
Los preliminares durante el sexo, como el ‘tickling’, pueden ser los protagonistas del encuentro sexual debido a que la piel tiene un sinfín de terminaciones nerviosas y, a pesar de que hay zonas erógenas, puedes experimentar en todo en el cuerpo de tu pareja.
- ‘Role play’
Si sientes que tu relación sexual se está convirtiendo en monótona, puedes intentar el ‘role play’ o juego de rol para conectar con tus fantasías sexuales y salir de la rutina con una práctica excitante y entretenida.
Las fantasías sexuales son el resultado de nuestros más íntimos deseos o emociones sexuales, y por ello, resultan muy variadas. El ‘role playing’ se basa en interpretar a personas distintas a las que somos en la vida real. En este juego, se cumplen las fantasías y sueños eróticos tanto de tu pareja como tuyas.
Como se trata de tus deseos más íntimos, el ‘role playing’ refuerza y fortalece la relación, aumenta la complicidad en el sexo y alimenta la pasión. Dependerá de tu imaginación aquello que deseen representar.
- Beso de Singapur
También conocido como ‘pompoir’, el beso de Singapur es una práctica de origen asiático. Se trata de una práctica que requiere cierta fortaleza en los músculos del suelo pélvico. Consiste en masajear el pene de tu pareja con la musculatura vaginal hasta el punto en que puedas retenerlo.
Existen unos ejercicios que ayudan a fortalecer el suelo pélvico, como los ejercicios de Kegel. Una buena manera de identificar la musculatura pélvica es si imaginas que tienes un objeto dentro de la vagina y haces fuerza para que no caiga. La fuerza que realizas se llama contracción de Kegel.
Una vez que hemos aprendido a identificar y a contraer esa zona sin problemas, se recomienda realizar el movimiento de 10 a 20 repeticiones 3 veces por día.
- ‘Footjob’
El ‘footjob’ implica la estimulación sexual con los pies. Su variante más común es la de masturbar el pene de tu pareja con tus pies, pero también se puede realizar para estimular la vulva o el clítoris.
Para hacer un footjob puedes usar diversas partes de tu pie, depende de la zona que desees estimular. Además, es una excelente opción para el preliminar en el sexo; puedes comenzar acariciando con los pies a tu pareja por todo su cuerpo para aumentar la tensión sexual.
- Prácticas BDSM
Es el acrónimo de un grupo de prácticas y fantasías sexuales que incluyen el Bondage, Disciplina y Dominación, Sumisión, y Sadismo y Masoquismo.
El BDSM abarca un número muy grande de prácticas y juegos de rol a partir de aspectos como la dominación y sumisión. Si quieres intentarlo no basta con ponerte a comprar juguetes y kits de esposas; requiere informarte no solo de técnica, sino también de protocolos de seguridad y consentimiento.
Recuerda que todas estas prácticas sexuales para romper la rutina requieren de una menta abierta y dispuesta a experimentar, pero sobre todo, de consentimiento y comunicación.