Continúa la incursión de pescadores furtivos de Tamaulipas a Texas y faltan acciones para detener la muerte masiva de tortugas caguama en el Golfo de Ulloa, BSC
Estados Unidos. El Gobierno de Estados Unidos certificó negativamente por partida doble a México debido a que continúan las incursiones de pescadores furtivos de Playa Bagdad, Tamaulipas a Texas, y la falta de acciones para detener la muerte masiva de tortugas caguama en el Golfo de Ulloa, Baja California Sur.
En su informe 2023 al congreso estadounidense, la División de Pesca de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA Fisheries, por sus siglas en inglés), establece que el gobierno mexicano no ha hecho nada para frenar la pesca furtiva de huachinango o pargo rojo en sus aguas territoriales, aun cuando es un problema que EU denunció en 2015, 2017, 2019 y 2021.
“A pesar de numerosos compromisos por parte del Gobierno de México, las incursiones continúan, la Guardia Costera interceptó un total de 321 embarcaciones menores por sospecha de pesca ilegal en 2020, 2021 y 2022. Las evidencias fueron entregadas a las autoridades mexicanas para su seguimiento. El número de intercepciones disminuyó durante la pandemia de Covid-19, pero ahora va en aumento, algunos ciudadanos mexicanos han sido interceptados hasta 40 veces. Esto indica que quienes practican la pesca ilegal perciben consecuencias mínimas o nulas por este comportamiento”, lamentó.
En consecuencia, el Gobierno de EU decidió mantener las sanciones contra el gobierno mexicano vigentes desde el 7 de febrero de 2022, que consisten en prohibir a los barcos del Golfo de México atracar o recibir recarga de combustible o algún servicio en puertos estadounidenses, además de que deja abierta la puerta para un embargo a la importación de pescados y mariscos procedentes de nuestro país.
Por otra parte, NOAA Fisheries certificó negativamente a México por la falta de un programa regulatorio equiparable que reduzca o elimine la captura incidental de tortuga caguama con redes de enmalle en el Golfo de Ulloa, Baja California Sur.
Estados Unidos recordó que, en 2015, las autoridades mexicanas establecieron restricciones a las artes de pesca, un programa de observadores a bordo de las embarcaciones menores con videograbación, un límite de mortalidad de ejemplares para decretar el cierre de actividades comerciales, y el establecimiento de un área de refugio a largo plazo, que fue suspendido porque el gobierno de nuestro país ya no presentó pruebas documentales.
“El 23 de junio de 2023, México emitió nuevas reglas renovando la zona de refugio de pesca y sus medidas asociadas. Las regulaciones ya no incluyen monitoreo por video ni observadores a bordo y, por lo tanto, no existen disposiciones para medir la captura incidental en la pesquería, un elemento clave de cualquier programa regulatorio de captura incidental”, manifestó.
Ante esta situación, la NOAA Fisheries adelantó que solicitará restricciones en los puertos para barcos con bandera mexicana y para la comercialización de pescados y mariscos mexicanos.
Hora de actuar
Oceana exigió a la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura (Conapesca), que cumpla con su obligación de combatir la pesca ilegal y deje de ignorar las afectaciones que sufre el sector pesquero a causa de su inacción.
Renata Terrazas, directora ejecutiva de Oceana en México, destacó que la pesca ilegal afecta la posibilidad de que pescadores que cumplen con las reglas puedan vender sus productos en Estados Unidos, país que representa el 50 por ciento del mercado de exportación de pescados y mariscos mexicanos que en 2022 tuvo un valor de 800 millones de dólares, lo que equivale a más de 10 veces el presupuesto público destinado al único programa de apoyo del Gobierno de México a pescadores conocido como Bienpesca.
“La Conapesca reconoce que más del 40 por ciento de la pesca en México es ilegal, no declarada y no reglamentada, pese a ello no ha tomado acciones para evitarlo. Es urgente e impostergable que nuestro país cuente con una política que detenga las capturas ilegales de pescados y mariscos y refuerce la inspección y vigilancia en los mares, ya que, si no lo hace, pone en riesgo al sector pesquero y el sustento de las familias de pescadores”, subrayó.