El César del Boxeo soltó sus últimos puñetazos sobre un ring ante un Macho Camacho Jr. que entendió el momento y ofreció poca resistencia.
Guadalajara, Jal.- Julio César Chávez subió por última vez a un cuadrilátero para hacer frente a una pelea de exhibición, aunque esta ocasión, a diferencia de los encuentros que tuvo con Jorge “Travieso” Arce, el intercambio de golpes no fue tan fuerte, mas no así la carga emocional. Quien es considerado como uno de los mejores boxeadores mexicanos de la historia, si no es que el mejor, entregó sus últimos puñetazos ante Héctor “Macho” Camacho Jr., pugilista que entendió el momento y no respondió con furia a los golpes.
Desde los primeros compases, la leyenda mexicana buscó imponer ese estilo que lo llevó a 107 triunfos en 115 encuentros disputados. Ganchos al hígado para ablandar al rival y de ahí ir hacia arriba para tratar de buscar la cara. La única diferencia es que el poder ya no le daba. Y Macho, quien había prometido que se cobraría la paliza que Chávez le dio a a su padre en 1992, fue solo un comparsa sobre la lona. Pegó poco, no quiso hacer daño y cuando recibió golpes solo abrazó al ídolo para no sufrir más daño.
¡Canelo se robó el show!
Muy activo toda la noche, Canelo Álvarez fue invitado por Chávez, entre el tercer y cuarto round, a subir al ring, lo cual aceptó sin problema. La nueva figura se unió a un gigante en una noche especial, en su última función.
“Quiero decirles que muchas gracias, no me voy a volver a subir a un ring en una exhibición, ya mi cuerpo está cansado”, prometió Chávez.