Imer Flores, coordinador del Seminario 4 20, de la máxima casa de estudios consideró que se debe poner especial atención en sustancia que hoy representa para el país un gran reto en materia de salud, seguridad y relación internacional como lo es el fentanilo.
Ciudad de México.- En México es necesario revisar la política actual respecto a las drogas y comenzar a cuestionar cuáles de ellas pueden ser desincorporadas o reclasificadas consideró Imer Flores Mendoza, coordinador del Seminario 4 20, del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En ese mismo sentido Flores Mendoza, dijo que también es importante checar ante cuáles de estas drogas debe haber estrategias claras y mantenerlas en el rubro de combate por su ilicitud, todo lo anterior, tomando en cuenta al catálogo de sustancias permitidas, establecido por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE-ONU), indicó.
En una charla con los universitarios, el académico señaló que México debería explorar a fondo los usos medicinales, industriales y benéficos de la mariguana con base en investigación científica.
Por otro lado, el coordinador del Seminario 4 20, dijo que se debe poner especial atención en la sustancia que hoy representa un gran reto en materia de salud, seguridad y relación internacional para el país: el fentanilo.
Sobre el tema, manifestó la urgencia de repensar si continuar con la prohibición absoluta, persecución, criminalización y guerra contra las drogas, pues -en buena medida- han sido los usuarios y el tejido social los que han sentido su vigor, y no así el narcotráfico.
“Hoy tenemos el reto del fentanilo que está causando estragos en Estados Unidos. Ya hay políticas muy claras de lo que se tiene que hacer y es un tema de cooperación internacional, para que todos los países estemos en la misma sintonía”, comentó.
El experto aclaró que para el país el principal problema que enfrenta ante esta sustancia tremendamente adictiva y letal es su trasiego. Asímismo, reconoció que el uso indebido y tráfico es un problema global, que atraviesa a todos los países.
Por lo anterior, Imer Flores manifestó que es necesaria la cooperación entre las naciones para el intercambio de información, en la implementación de estrategias para tratar de prevenir el uso de esta y otras sustancias ilegales.
Dicho catálogo clasificador de drogas reveló que en 2020 aproximadamente 284 millones de personas de 15 a 64 años consumieron drogas en el mundo, lo que representó un aumento de 26 por ciento con respecto a la década anterior, apuntó el investigador.
Las personas jóvenes están consumiendo más y los niveles actuales en varios países son mayores que los de la generación anterior. En África y América Latina las personas menores de 35 años representan la mayoría de quienes reciben tratamiento por trastornos relacionados con el consumo de drogas.
Asimismo, el Informe subraya que la legalización del cannabis parecía haber acelerado el consumo diario y las consecuencias relacionadas para la salud
Además el documento, alerta sobre el aumento sin precedentes de la fabricación de cocaína, la expansión de las sintéticas a nuevos mercados y las continuas deficiencias en la disponibilidad de tratamientos contra los narcóticos, especialmente para las mujeres.
Flores Mendoza puntualizó no ser partidario de la política prohibicionista y policíaca, pero reconoció que el tema de consumo ilegal está relacionado también con el crimen organizado, el narcotráfico, al tráfico de armas, entre otros delitos.
“Prefiero la prevención, la educación, la información, que la gente entienda muy bien para qué pueden servir estas sustancias. Debemos empezar a hablar de estrategias de prevención, de reducción de daños y sustitución de sustancias. Por ejemplo, en la frontera con Estados Unidos son aplicadas pruebas a trabajadoras sexuales, a fin de ver qué sustancias consumen y tengan conciencia de lo peligroso que puede ser el fentanilo”, indicó.
La política sobre narcóticos, insistió, no puede limitarse a la prohibición, a los muertos por el narcotráfico, sino también a la prevención. Para ello es necesario que todos los actores aporten su granito de arena. “A nosotros desde la academia, nos toca mantener la discusión del tema y fomentar el análisis científico, desde una perspectiva de derechos humanos, de salud sin dejar de abordar el tema de seguridad”, concluyó Imer Flores.