Lo primordial, es que los padres de familia tengan una vigilancia atenta de sus hijos, que conozcan lo qué consultan en redes sociales, quiénes son sus amigos, que limiten el uso de dispositivos electrónicos y el tiempo de navegación, así como mantener una constante comunicación con ellos.
Son los menores entre los 10 a 17 años de edad, el sector poblacional que se ve más atraído por los llamados retos virales o challenges, llegando a imitar ese tipo de conductas que, la mayoría de las veces, atentan contra su salud física y mental, ello por el simple hecho de obtener cientos de “likes”, expuso Jorge Luis Ceyca Hernández, psicólogo de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
El docente de la Facultad de Psicología, explicó que el sentirse reconocidos y que pertenecen a cierto grupo, así como el volverse tendencia en las redes sociales, son algunas de las razones que hacen que cada vez más niños, niñas y adolescentes, se vean atraídos y participen en estos desafíos que, por su peligrosidad les resulta atractivo.
“El principal objetivo que buscan los jóvenes, es un reconocimiento social a través de las redes sociales, lo que ellos buscan, es precisamente, alimentar su autoestima haciendo esta clase de retos o denominados challenge que justamente tienen que ver y muchas veces, desafortunadamente, atentar contra su integridad física”, declaró.
Apuntó que los menores son los más vulnerables a caer en estas conductas, debido a que la parte del pensamiento racional de su cerebro todavía se encuentra en desarrollo, de modo que, tienden a actuar sin pensar ni visibilizar las repercusiones y consecuencias que pueda tener el copiar dichos actos.
“Lo que denominamos lóbulo frontal no se ha desarrollado, por lo tanto, no hay un pensamiento crítico que los lleve a las consecuencias, sino que actuamos de manera impulsiva (…) ellos lo que quieren es ser reconocidos, tener muchos likes, pero sobre todo que los feliciten por sus actos temerarios”, informó.
El psicólogo universitario, mencionó que, aunque existen retos que son positivos e invitan a la sensibilización, hay otros que circulan en las diferentes plataformas como el “Blackout Challenge”, la “Ballena Azul” y el “Train Surfing”, que son de alta peligrosidad, pero que aun así se vuelven virales entre este sector, por el grado de riesgo que representan y por la popularidad que pueden alcanzar en la red social.
Comentó que los retos virales pueden resultar en fatales consecuencias, pues algunos de los challenges, han ocasionado entre los participantes daños irreparables como la pérdida de extremidades e incluso han cobrado la vida de varios jóvenes en el mundo.
“Tenemos la cuestión de los daños psicológicos, los daños irreversibles que puede tener el estar expuestos a este tipo de situaciones y que posteriormente, además de la adicción que causa, ellos puedan tener una modificación de conducta de todas otras tareas que puedan ser, en este caso, prioridad para los padres de familia, como el rendimiento escolar, una conducta que pueda regirse dentro de lo que es el núcleo familiar, el aislamiento, y toda esa parte, son manifestaciones propias”, indicó.
El especialista, indicó que para frenar que los niños, niñas y jóvenes sigan cayendo en este tipo de retos y queriendo imitar estas acciones, lo primordial, es que los padres de familia tengan una vigilancia atenta de sus hijos, que conozcan lo que consultan en redes sociales, quienes son sus amigos, que limiten el uso de dispositivos electrónicos y el tiempo de navegación, así como mantener una constante comunicación con ellos.