La máxima leyenda del boxeo mexicano abrió su corazón en entrevista con el Terrible Morales y aceptó que le lastima ver a Chávez Jr como adicto
Julio César Chávez vivió el infierno de las adicciones como probablemente ningún deportista tan grande en la historia de nuestro país. Intentos de suicidio, relaciones con narcotraficantes y estar al borde de perderlo todo por las drogas y el alcohol lo marcaron de por vida, pero si algo le duele al Gran Campeón Mexicano es ver a uno de sus hijos atravesando el mismo problema.
En una plática para el podcast Un Round Más, El César del Boxeo aceptó públicamente que le lastima no haber sido capaz de ayudar al Julio César Chávez Jr antes de que se sumergiera en las adicciones, que hoy día le tienen en una clínica de rehabilitación.
“Hice muchas cosas mal, saben mi pasado que no es grato, pero no me arrepiento de nada porque Dios me dio otra oportunidad de vida y eso me ha permitido ayudar a mucha gente con el mismo problema que yo, aunque lástima que no he podido ayudar a mi hijo todavía (a superar sus adicciones), pero en eso estoy (…) No hay que dejar que nuestros hijos empiecen con esos temas porque está cabrón detenerlo”, le dijo JC al Terrible Morales.
Incluso, la leyenda mexicana aceptó que jamás quiso que Julio César Jr y que Omar se dedicaran al boxeo, pero terminó por ceder cuando entendió que lo único que anhelaban era emular a su padre arriba del ring, aunque claramente sus carreras fueron desastrosas comparadas con la suya.
“Yo no quería que mis hijos pelearan, pero cómo quitarle el sueño a un niño que toda su vida vio a su padre boxeando, ellos crecieron viendo eso y quieren ser como su padre. Al principio me opuse totalmente, pero cuando los hijos te lloran se te bajan los pantalones”.