Ari Vera, presidenta de la federación, señala que su propósito es acompañar a la empresas al incluir el principio de no discriminación y la diversidad dentro de sus procesos de reclutamiento
Crear grupos en los que se incluya a personas de la comunidad LGBT+ dentro de las empresas, alienta la diversidad de ideas y la productividad es una de las premisas con las que la Federación Mexicana de Empresarios LGBT+ (FMELGBT+) está impulsando la integración de la comunidad en el ámbito laboral y creando conciencia sobre sus derechos.
La federación surgió en 2014 gracias a la idea de César Casas y Rafael Fermín, dos emprendedores cuya misión fue visibilizar la problemática a la que se enfrenta la comunidad a la hora de buscar oportunidades laborales, ya sea por su condición o simplemente por políticas que afectan su identidad. Además, apoya a nuevos emprendedores para iniciar un negocio.
“César y Rafael empezaron a entender cómo en el mundo empresarial existen todavía prejuicios y estereotipos que terminan excluyendo la diversidad de las personas. Que si bien hay comunidad LGBT+ en las empresas, vemos que existe cierto prototipo que es aceptado, siempre y cuando cumpla con los requisitos socialmente impuestos”, dice Ari Vera, presidenta de la federación.
Asegura que la intención fue crear una organización sin fines de lucro que guiara y acompañara a las empresas a incluir el principio de “la no discriminación y el de diversidad de inclusión dentro de los procesos como el de reclutamiento, además de implantar la calidad de valores. El objetivo es que las personas, sin importar su forma de vida o su forma de amar, encuentren un lugar donde puedan desarrollarse profesionalmente sin los sesgos que terminan excluyendo del trabajo a las personas”.
Dentro de los programas que promueven se encuentra el de la Institución Incluyente, basado en promover la idea de generar equipos donde la diversidad sea la clave de la productividad.
“Debemos tener una óptica mucho más integral y diversificada de lo que significa ser persona, y sobre todo centrarnos en que la diversidad de las personas enriquece el objetivo de cualquier organización. Cuando tienes a grupos de personas con diferentes experiencias de vida, te abonan a tus objetivos como organización, en cambio, si tienes grupos de trabajo tan similares llegas a un mismo punto ciego”, añade.
Lo que hace la federación a través de este programa, es comenzar a quitar los sesgos desde el momento en que un reclutador entrevista a una persona LGBT+.
“El reclutador va a contratar a alguien que es idóneo de acuerdo con lo que nos enseñaron en casa y con lo que nos impone la sociedad. Entonces replicamos el caso excluyente desde una mirada que discrimina (pero) con este programa intentamos que las empresas vuelvan un lugar seguro para la diversidad, no sólo LGBT+ sino de todos los grupos en situación de vulnerabilidad”.