Por este motivo, diversos sectores productivos se comprometieron a promover mecanismos de paridad entre hombres y mujeres
Ciudad de México.- Arturo Herrera, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), participó en la ceremonia de inauguración de Mujer Exporta Mx, donde aseguró que de no tomarse medidas en el tema de acceso de las mujeres al mercado laboral y actividades productivas, ellas tardarían alrededor de 106 años en tener la misma participación que los hombres.
Aunado a esto, explicó “cómo la pandemia ha cambiado el diagnóstico de la situación laboral en México”, pues esto ha pronunciado la brecha entre hombres y mujeres que tienen acceso a una actividad remunerada.
“Una situación que en el mercado laboral ya era retadora antes del COVID, se ha vuelto doblemente retadora para las mujeres que se incorporan al mercado laboral”, aseguró durante su ponencia este martes 11 de mayo. Cabe destacar que Herrera Gutiérrez dijo que por temas de veda electoral, no puede especificar qué es lo que está haciendo el gobierno para reducir este fenómeno, pero aseguró que la administración federal ya tomó cartas en el asunto.
“En el 2019 (antes de la pandemia de COVID-19), para la población masculina mayor a 15 años, el 74.15% de ellos estaba en el mercado laboral”, especificó. Agregó que algunos hombres de este demográfico no están porque pueden ser los que están estudiando, retirados o en búsqueda de empleo.
Sin embargo, cuando se estudia el caso femenino en el mismo grupo de edad, resulta que el 43.1% estaba en el mercado laboral, lo cual refleja una brecha del 31.05 por ciento. Al consultar este mismo dato en la encuesta de ocupación y empleo del primer trimestre 2021, se descubrió que la participación masculina es del 70.7%, mientras que la femenina se redujo al 39.3%, con una diferencia del 31.4 por ciento.
“Solamente por ser hombre, hay un 80% de probabilidades de estar en el mercado laboral que vis a vis de ser mujer”
Este nivel de marginación y discriminación en el sector laboral en México se presta a diferentes motivos, uno de ellos es cultural, pues a comparación de otros países de América Latina, la participación femenina es menor en tierra azteca.
“La Organización Internacional del Trabajo (OIT) indica que si en México se tuviera una participación femenina similar a la de Perú, indican que habrían 12 millones de mujeres más trabajando o 4 millones más si fuera similar a la de Colombia”, detalló.
No sólo es un problema de discriminación, enfatizó, sino de “falta de oportunidad de ejercicio de la economía”, por lo que refirió que los sectores productivos en la república ya iniciaron el camino a la paridad, pero que es lento. En 2005, la participación de la mujer en el mercado de trabajo era del 40% y en el 2019 del 43.1 por ciento.
“Este incremento, el 0.3% por año, es tan bajo que tomaría 20 años en lograr que la mitad de las mujeres se encuentren trabajando y 106 años en lograr que tuvieran la misma ocupación que tienen los hombres”
Informó que esta brecha se presenta a cualquier nivel; tanto en pequeños emprendimientos como en empresas de alto nivel y sofisticación, pero también rescató un sector que le presta mayor participación a la mujer.
“En el sector bancario, de 49 bancos que hay en el país, solamente dos están encabezados por mujeres. Uno es el Banco del Desarrollo y el otro es Ve por Más”, asimismo, refirió que sólo un consejo de administración es presidido por una mujer, que es el caso de Santander. Por su cuenta, los bancos se comprometieron a realizar un diagnóstico de inclusión e iniciar mecanismos que promuevan la paridad de género.
Contrastantemente, “en el sector asegurador, gremialmente, están encabezadas por una mujer y de las 16 aseguradoras que hay en el país, cinco son encabezadas por mujeres”.
Finalmente, señaló dos atributos benéficos para la otorgación de créditos, pues de acuerdo con datos entregados por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), “las mujeres son mejores pagadoras que los hombres” y, en caso de suspensión de pagos, “las mujeres se ponen al día más rápido que los hombres”.
Con lo cual se pretende utilizar este contexto para la otorgación de créditos con una tasa de interés preferencial para mujeres, ya que “son mucho más responsables que los hombres” y esto interviene en un menor riesgo a la otorgación de los recursos.