Los dorilocos se han consolidado como uno de los antojitos callejeros más emblemáticos de México, famosos por su combinación de sabores salados, ácidos y picantes. Se preparan a partir de una bolsa de Doritos o cualquier totopo a la que se le agregan ingredientes como lechuga, jícama, cueritos, cacahuates japoneses, salsas y otros complementos que hacen que cada versión sea única y cargada de creatividad “garnachera”.
Aunque este snack ya se encontraba en puestos callejeros desde hace años, su popularidad se disparó en 2013, cuando Jimena, una niña, compartió un video en redes sociales mostrando cómo los preparaba. El clip se volvió viral y transformó a los dorilocos en un ícono de la comida urbana, reproducido en ferias, tianguis, quioscos e incluso en presentaciones gourmet.
Hoy, los dorilocos siguen siendo un clásico de la comida callejera mexicana, con variaciones según la región y la imaginación de quienes los elaboran. Celebridades como Galilea Montijo han confesado disfrutar de este antojito de vez en cuando, aunque fuera de México, la botana genera sorpresa e incluso críticas.




