Ernesto Fonseca Carrillo, exlíder del Cártel de Guadalajara, busca recuperar los bienes y cuentas bancarias que le fueron decomisados durante su captura.
A sus 94 años, Ernesto Fonseca Carrillo, conocido como “Don Neto”, ha vuelto a ser tema de conversación nacional. Tras cumplir una condena de 40 años de prisión, el exlíder del Cártel de Guadalajara presentó una solicitud formal al Gobierno mexicano para que se le devuelvan los bienes y el dinero que le fueron asegurados al momento de su detención en 1985.
De acuerdo con su defensa, muchos de los recursos incautados nunca fueron incorporados a un proceso legal que confirmara su procedencia ilícita, por lo que Fonseca alega que “no existe base jurídica para que el Estado los mantenga bajo resguardo”.
¿Qué pide exactamente Don Neto?
La solicitud incluye propiedades, cuentas bancarias y objetos de valor que fueron decomisados en Puerto Vallarta, Jalisco, durante el operativo militar que derivó en su arresto. En ese entonces, las autoridades federales aseguraron una residencia, vehículos y joyas vinculadas a las operaciones del Cártel de Guadalajara, organización que Fonseca fundó junto a Rafael Caro Quintero y Miguel Ángel Félix Gallardo.
El reclamo busca que se revisen los expedientes de incautación para determinar si existe fundamento legal que respalde su retención o si procede su devolución parcial o total. Según su equipo legal, parte de esos bienes fueron asegurados sin que existiera una sentencia firme de confiscación.
Un pasado marcado por el crimen y la ley
“Don Neto” fue arrestado el 7 de abril de 1985, acusado de participar en el secuestro y asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena y del piloto Alfredo Zavala Avelar. Estos crímenes marcaron un punto de quiebre en la relación entre México y Estados Unidos en materia de narcotráfico.
Durante su juicio, las autoridades mexicanas confiscaron propiedades y cuentas presuntamente vinculadas con operaciones del tráfico de drogas. Tras décadas de procesos judiciales, Fonseca obtuvo la libertad condicional por motivos de salud, y finalmente, en abril de 2025, recuperó su libertad absoluta al cumplir la totalidad de su condena.
Un reclamo que divide opiniones
El caso ha generado posturas encontradas dentro del ámbito jurídico. Algunos especialistas consideran que, si los bienes fueron asegurados sin una sentencia definitiva, Fonseca podría tener derecho a la devolución bajo los principios de legalidad y debido proceso.
Otros, en cambio, sostienen que los activos decomisados forman parte del patrimonio ilícito de una organización criminal, por lo que deben permanecer bajo control del Estado o haber sido transferidos al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (INDEP).
¿Qué puede hacer el Estado mexicano ante esta petición?
Las autoridades deberán analizar si los bienes reclamados prescribieron, fueron vendidos o pasaron a procesos de extinción de dominio, una figura que permite al Estado quedarse con propiedades derivadas del delito. Si los bienes ya fueron adjudicados, la posibilidad de devolución es prácticamente nula.
Además, se espera que la Fiscalía General de la República (FGR) revise los expedientes históricos del caso para determinar si existen recursos que aún estén bajo custodia y cuál fue su destino final.
Aunque Fonseca Carrillo ya cumplió su sentencia en México, la DEA aún mantiene una ficha activa en su contra, lo que significa que no puede ingresar a Estados Unidos ni viajar al extranjero. Su caso sigue siendo símbolo de una de las etapas más violentas del narcotráfico en los años ochenta y del inicio de la cooperación binacional en materia de justicia.
El reclamo de “Don Neto” reabre una discusión sobre los derechos legales de los exconvictos y los límites del Estado en la administración de bienes asegurados. También plantea una cuestión ética: ¿puede alguien condenado por narcotráfico reclamar la devolución de dinero que el propio Estado vinculó al delito?
Para algunos, su solicitud es un intento por cerrar un ciclo; para otros, representa una afrenta a la memoria de las víctimas del caso Camarena. Lo cierto es que, 40 años después de su captura, el nombre de “Don Neto” vuelve a estar en el centro del debate.




