Las personas trans tendrán que demostrar que no pueden tener hijos para poder acceder a cirugías de transición de género, una medida que ha sido calificada de “esterilización forzada”
Seda recuerda que ocurrió un miércoles, día de la semana que salen de fiesta los estudiantes universitarios en Turquía. Ella llevaba un vestido que cubrió en la calle con un abrigo largo, ya que el frío de octubre empezaba a apretar en Estambul. Entró en el bar y casi no le dio tiempo a saludar a sus amigos, cuándo decenas de policías irrumpieron en el lugar. Se trataba de un café en el centro de Estambul que organizaba fiestas LGTB. Los detenidos fueron acusados de “actos obscenos”. “Nos dijeron que eran una unidad de moralidad de la policía, yo no sabía que eso existía. Detuvieron a treinta compañeras, como si estuviéramos haciendo algo ilegal. Era solo un baile”, cuenta a este periódico Seda, una joven trans.
La operación policial ocurrió hace un año y los dueños del bar se vieron obligados a trasladarse a otro local por miedo a seguir siendo acosados. Si bien la homosexualidad nunca ha sido ilegal en Turquía, la comunidad LGTB enfrenta un creciente rechazo y acoso por parte de las autoridades, vilipendiada por “atacar” el concepto de familia tradicional. Desde la operación policial en este bar, el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan ha clausurado webs de noticias LGTB, multado plataformas de streaming por emitir ficciones de esta temática, detenido periodistas que cubrían las marchas del Orgullo y promovido protestas a favor de la familia tradicional.
Ahora, el Gobierno prepara un proyecto de ley que criminaliza la expresión pública de la homosexualidad y que establece penas de prisión por “promover” comportamientos “contra el sexo biológico”. En un borrador de la enmienda publicada en los medios -y que se espera que sea presentada en el Parlamento en los próximos días- se establecen penas de hasta tres años de prisión por actos muy imprecisos, como promover conductas contrarias a la moralidad del país. Las parejas homosexuales pueden enfrentar hasta cuatro años de prisión por celebrar bodas ficticias, mientras que la edad para cirugías de reasignación de género se eleva de los 18 a los 25 años.
Las personas trans además, tendrán que demostrar que no pueden tener hijos para poder acceder a cirugías de transición de género, una medida que ha sido calificada de “esterilización forzada” por grupos de derechos. “Es una guerra contra la comunidad LGTB, quieren que nos escondamos, quieren borrarnos del espacio público”, denuncia Seda. “Este proyecto de enmienda es incluso peor que las leyes rusas sobre LGTB”, describe Umut Rojda Yildirim, de la asociación pro derechos SpoD. “En particular la inclusión de cargos por actos como la incitación, el elogio, la promoción… que no son claramente identificables. Demuestra que se busca instrumentalizar la ley para fortalecer las políticas anti-LGTB”, señala en declaraciones al medio turco Aposto.
Los grupos en defensa de los derechos de esta comunidad coinciden en la vaguedad de la enmienda sobre qué puede constituir un delito, particularmente sobre la promoción de expresiones de “sexo no biológico”. “Más allá de asistir a protestas o hacer campaña por nuestros derechos, parece que podrían detenernos por expresar nuestra identidad”, denuncia Seda. El borrador ha sido denunciado por el principal partido opositor, el socialdemócrata CHP, que acusó al gobierno de considerar a la comunidad LGTB como personas “enfermas”. “Además imponen penas de prisión. ¿A quién y por qué se imponen penas de prisión? ¿Basándose en qué? ¿Pero no ven lo absurdo que es esto?”, declaró el líder de la formación, Özgür Özel, en una intervención en Ankara.




