El número de nuevas fintech en América Latina se ha reducido a solo media docena este año, frente a un máximo de 290 en 2018
Ciudad de México. Las cifras suenan casi inverosímiles. A medida que los consumidores brasileños se retrasan en el pago de sus deudas y ponen a temblar a una serie de startups de tecnología financiera en la mayor economía de América Latina, una empresa sigue creciendo.
Nu ha conseguido suficientes clientes —más de 85 millones y contando— para ubicarse entre las empresas financieras más grandes de América Latina. El banco en línea y emisor de tarjetas de crédito, entre cuyos primeros inversionistas se encuentra Berkshire Hathaway, propiedad de Warren Buffett, ha visto crecer sus acciones más de 90 por ciento en 2023, lo que le ha dado un valor de mercado 200 veces superior a sus beneficios reportados en los últimos 12 meses.
Para proteger esas ganancias, la empresa ha disparado las tasas de interés de sus tarjetas, llegando en algunos casos a 790 por ciento.
Bienvenidos a la debacle del sector fintech en Latinoamérica, donde las turbulencias económicas amenazan con hacer tambalear a miles de startups en todo el continente para dejar que unas pocas dominen. Se trata de un giro precipitado en una carrera de una década de los capitalistas de riesgo en la región, y acelera el proceso para decidir ganadores y perdedores.
Nubank está entre un puñado de plataformas, como Mercado Pago, el brazo fintech del gigante del comercio electrónico Mercado Libre, que han conseguido alcanzar un tamaño importante y adelantarse a las sacudidas económicas, mientras que otras se fusionan para reforzar su posición en el mercado. Muchas más recortan plantilla; ponen en pausa sus ambiciones, o en algunos casos, venden activos, suspenden pagos o bien, cierran operaciones.
En uno de los signos más crudos hasta ahora de la debacle, un informe que publicará el proveedor de datos Distrito a finales de este mes, muestra que el número de nuevas fintech en América Latina se ha reducido a solo media docena este año, frente a un máximo de 290 en 2018.
Altas tasas de interés ‘pasan a traer’ a las fintechs
“Con menos capital disponible surgen menos fintech”, explicó el director ejecutivo de Distrito, Gustavo Araujo. “Antes, con las tasas de interés cercanas a cero, los inversionistas buscaban crecimiento a cualquier precio. Ahora, con tasas más altas, los inversionistas buscan empresas sanas capaces de expandirse de forma sostenible”.
Aun así, los analistas se preguntan cada vez más si las fintech mas grandes lograrán mantener su asombrosa rentabilidad y seguir expandiéndose.
Es probable que las startups que empezaron a funcionar atendiendo a los de menores ingresos se enfrenten a una competencia más dura cuando intenten atraer a los clientes de clase media lejos de los bancos tradicionales. En otros mercados importantes, como México y Colombia, hay ahora mucha competencia y márgenes de crédito más estrechos.
A finales de junio, en Brasil, casi 72 millones de personas se retrasaron en el pago de sus deudas, lo que ha sido respondido con un aumento de las tasas de interés de los créditos. A mediados de ese mes, las tasas promedio de las líneas de crédito revolventes alcanzaron casi 350 por ciento en Nubank, y 560 por ciento en Mercado Pago, según el banco central brasileño. Las tasas para los prestatarios individuales pueden variar ampliamente, y en algunos casos son cientos de puntos porcentuales más altas.
Eso está alimentando un debate político.
Las tasas de las tarjetas son “estratosféricas”, se quejó a principios de año el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, quien planteó la posibilidad de imponer un tope. En un principio, Nubank y sus rivales de la banca tradicional lograron acallar el debate, tras alegar que es la única forma de que los prestamistas puedan mantener el crédito disponible en el entorno actual.
‘Se sabe cómo empieza, pero no cómo termina’
Pero la semana pasada Haddad volvió a sacar el tema, calificando las comisiones de “vergonzosas” y prometiendo tomar medidas al respecto.
El enigma, añadió esta semana el jefe del banco central, Roberto Campos Neto, es que si se limitan las tasas, los prestamistas cerrarán las cuentas de las tarjetas, lo que podría frenar el gasto. “Es algo que se sabe cómo empieza, pero no cómo termina”, dijo.
La realidad, según el director ejecutivo de Nubank, David Vélez, es que las fintech están obligando a los bancos a bajar sus comisiones. Calcula que su empresa ha ahorrado a los clientes 39 mil millones de reales (8 mil millones de dólares) de lo que habrían pagado de otro modo.
Cuando se fundó su empresa en 2013, “los servicios financieros eran un mercado fuera del ‘reino’ de los emprendedores, un mercado hasta ahora dominado por las empresas más grandes de América Latina”, dijo Vélez en un comunicado.
“Rompimos el techo de cristal y permitimos que otros emprendedores entraran en este mercado, en diferentes verticales. En cierto modo, fuimos líderes de esta revolución en el sector, y nos sentimos muy orgullosos de ello”, afirmó.
Los miles de millones de dólares de SoftBank
Los inversionistas de capital de riesgo acudieron en masa a América Latina después de ver el ascenso meteórico de las empresas financieras en Asia, donde WeChat y Alipay se convirtieron en gigantes mundiales al atraer a las masas no bancarizadas de China.
Con la esperanza de lograr un éxito similar en Sudamérica, inyectaron capital en legiones de startups, especialmente en Brasil, con el objetivo de sacar partido de las mejoras en la infraestructura digital en zonas ignoradas durante mucho tiempo por los bancos.
SoftBank, que hizo la mayor apuesta, creó en 2019 un fondo de 5 mil millones de dólares dedicado a la región y 30 meses después anunció un segundo 3 mil millones de dólares. El capital y la financiación procedían de los multimillonarios brasileños Jorge Paulo Lemann, Marcel Telles y Carlos Sicupira, así como de incondicionales de Silicon Valley y de las finanzas estadounidenses, como Sequoia Capital, Goldman Sachs, JPMorgan Chase & Co y Visa.
Nubank fue uno de los primeros en establecerse. La empresa se dirigía a clientes jóvenes, sin muchos recursos y no bancarizados. Su gran atractivo era una tarjeta de crédito digital sin comisiones.
Sus cofundadores -el director ejecutivo, Vélez, había sido socio de Sequoia; Cristina Junqueira, ejecutiva de tarjetas en Itau Unibanco, y Edward Wible, ingeniero de software en Boston Consulting- encontraron rápidamente patrocinadores. A principios de 2016, Goldman empezó a inyectar cientos de millones de dólares en financiación para ayudar a Nubank a elevar el número de préstamos.
Con la llegada de la pandemia en 2020, el comercio en línea recibió un impulso y la banca y los pagos digitales despegaron. Al año siguiente, las inversiones de capital riesgo en empresas fintech latinoamericanas alcanzaron la cifra récord de 6 mil 160 millones de dólares, según la asociación LAVCA para inversiones de capital privado en la región. En diciembre, Nubank recaudó 2 mil 800 millones de dólares en una oferta pública inicial que valoró la empresa en 45 mil millones de dólares, el mayor entre cualquier otro banco de América Latina en ese momento.